¡Feliz día, queridos y abnegados maestros! No aflojéis;
al contrario, ¡apretar, apretar! para que no salgan de las aulas chicos y
chicas que después digan “tá bueno”, “toos”, “primer vez”, “mafiosidad”
-¡extraña mafia…!-, “filateloría” por filatelia y otros disparates lingüísticos
que puede que la Real Academia Española termine por aprobar, e introducir en
nuestro tan maltratado idioma español.
Vosotros, el “cole”, sois de una importancia decisiva
a la hora de formar a nuestros chicos, no sólo enseñándoles a leer y escribir
correctamente, sino también otras muchas cosas de igual importancia.
¡Ardua labor la vuestra!
¡Animo, pues! Y mil gracias por vuestro esforzado y
trascendental trabajo en nombre de los padres, algunos de los cuales quizás
deberían colaborar más y mejor con vosotros.
© José Luis Alvarez Fermosel
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