Madrid no está tan caro como otras
ciudades europeas, entre las cuales París, Londres y Roma. Eso sí, a los
argentinos y a los “espartinos” –mezcla de español y argentino, como este
humilde cronista- se les plantea el problema de que cada euro que se gasten en
la Villa y Corte, en el supuesto de que viajen a ella, les costará 10,38 pesos,
o 16,03 según la cotización oficial o la del mercado paralelo. Esta
cotización corresponde al momento de escribir y sube o baja –casi nunca se
mantiene estable- casi a diario.
El salario mínimo en España es de poco más
de 700 euros al mes, un sueldo medio oscila entre 1000 y 1500 y se considera
alto de 3500 en adelante.
Los españoles, que están saliendo de la
crisis, tienen a su favor que el dinero les rinde y su poder adquisitivo es
grande.
En España, en vísperas de fiestas como las
de Navidad y Año Nuevo, o cuando comienza el verano y los turistas caen en
aluvión, se bajan los precios porque se entiende que así puede comprar más
gente y con menos dificultades.
Para comer, comprar ropa o lo que uno
quiera conviene ir a lugares que tengan buenos precios, claro está, como los
llamados ya desde hace tiempo “outlets”, por ejemplo los que venden zapatos;
casi todos están en manos de chinos.
En esos establecimientos se pueden comprar
zapatos para mujer y para hombre por 15 o 20 euros. En otras tiendas más caras,
o en El Corte Inglés cuestan más del doble, aun estando rebajados. 70 euros
viene a ser el promedio.
En los bazares chinos que constelan la
ciudad se encuentran buenas cosas y a buen precio.
Pero no se trata sólo de caminar bien
calzado, también hay que comer, lo que puede hacerse, si se quiere comer fuera,
ajustándose al menú fijo que ofrecen –cada día uno distinto- restaurantes,
tabernas, mesones, cervecerías, bares y cafés.
Los precios por el menú, que incluye dos
platos a elegir entre varios, pan, vino de la casa (una botella), gaseosa –por
lo general “La Casera”- y postre, los precios, decíamos, oscilan entre 7,50 y 20
euros por persona.
Si antes de comer uno quiere tomarse un
vaso de cerveza tirada o de vino con un aperitivo, casi siempre aceitunas, no
pagará más de un euro con 30 centavos o 2 euros, sin contar la propina, que en
esos casos suele ser de 20 ó 50 centavos.
Las tajadas de bacalao rebozado y frito de
Labra (foto) –frente a una de las entradas al Corte Inglés de Callao- son
deliciosas, lo mismo que las croquetas de jamón, y cuestan un euro y 30
centavos. Las croquetas salen por 0,90 centavos cada una.
Antes de almorzar se desayuna, claro. Por
un café con leche en taza grande con churros o una tostada con manteca y
mermelada, y un vaso de jugo –aquí le dicen zumo- de naranja no te cobran más
de 4 euros, como mucho, antes de las once de la mañana.
Si se ha tomado un taxi para ir a
desayunar o a comer al mediodía, es decir, entre la dos y las tres y media,
horario en el que almuerzan los españoles, uno se habrá gastado 7 euros y, si
la carrera fue larga, 10 ó más, depende, naturalmente, de la distancia. La
bajada de bandera es de 2,05 euros de día y 2,2 euros de noche. Si se le deja
más de un euro de propina al taxista o al camarero, nos cantarán el pasodoble
“España cañí”.
Madrid está muy bien comunicado en la superficie,
y bajo ella. De madrugada recorren la ciudad unos buses pequeños llamdos
“buhos”.
Se puede ir en metro hasta el aeropuerto
por un euro, más un adicional de 2,70 desde cualquier punto de la ciudad, más
cómodamente, claro está, si se va ligero de equipaje, como en los versos de
Machado.
El metro, como el autobús, cuesta un euro
y medio y 10 viajes, 12,20.
Hablando de equipaje, lo que sí está barato
en Madrid son las maletas. Una mediana no de buena calidad no cuesta más de 30
euros.
Después de comer, si uno quiere tomarse un
café tendrá que oblar de un euro con 20 centavos a 2 euros. Una copa de coñac,
o de cualquier otro aguardiente vale entre 4 y 8 euros –en el último caso si el
licor es importado-. Una copa de jerez fino, La Ina, Tío Pepe u otra marca
similar está a 2,05 euros.
Si uno se resfría –cosa que no tendría
nada de particular, porque el vientecillo del Guadarrama es muy cabroncete-, o
le duele la cabeza, tendrá que comprar (40) sobrecitos de Espidefén a 9 euros
la caja y tomarse dos o tres por día. La mejoría es casi inmediata.
Es público y notorio que el porteño –no ya
la porteña, que es muy guapa y muy elegante- suele ser “cajetilla”, o sea, que
le gusta vestirse bien. Pues que tome nota, si es que piensa viajar a Madrid.
Un traje del diseñador Pedro del Hierro le costará en Cortefiel entre 250 y 450
euros. Si se llevan dos hacen precio y cobran 400.
Una camisa de vestir tipo Zara vale entre
28 y 35 euros, un poco menos si es deportiva; una corbata de seda, 18 euros
como mínimo.
La chaqueta denominada Teba –en honor del
conde de Teba, que fue su diseñador- está en la tienda Canalejas, en la
céntrica plaza del mismo nombre, a 110 euros. Son espectaculares y las hay en
verde, tostado, azul marino y negro.
Una entrada de cine cuesta 9,20 euros. Hay
descuentos para jubilados. El teatro es por lo menos dos veces más caro. En los
museos la entrada es gratis.
El décimo de lotería de Navidad se remonta
a 20 euros.
Una compra en un supermercado para todo el
mes viene a salir por 300 euros, según
lo que se compre y según el supermercado, aunque la mayoría, por no decir
todos, tienen los mismos precios.
Una docena de huevos de los llamados
“large”, o sea, grandes, cuesta de un euro y 35 centavos, a 2 euros. El precio
de un litro de leche oscila entre 0,75 centavos y un euro con 10, el de una
botella de Coca Cola de dos litros no sale por más de 1,60 euros. Un litro de
cerveza de la mejor marca vale un euro; un tetrabrik de vino, 50 céntimos –un
vino bueno cuesta unos 14 euros y de ahí para arriba-; una botella de champán
-¡perdón, de cava!-, está entre 8 y 25 euros.
Un litro de gasolina común vale un euro y
22 centavos; un litro de Diesel, uno con 19 euros; un diario, uno con 70 euros.
El precio de una revista no excede los cuatro euros. Un corte de pelo para
mujer o para hombre, 9 euros. Una tarjeta para hablar por teléfono celular, 5
euros.
El precio promedio de la estancia en un
hostal digno es de unos 60 euros por día y por habitación doble. No faltan
televisor, calefacción o refrigeración, teléfono, caja fuerte, Wi Fi y todo lo
necesario. El alquiler de un buen piso amueblado en una zona céntrica de
Madrid, o en la sierra, con no menos de tres habitaciones amplias, dos baños,
cocina equipada con lavavajilla y lavarropas no baja de 500 euros por mes.
Comprarlo en las mismas condiciones puede demandar 300000.
Un televisor plasma –no hay otros- de 32
pulgadas vale entre 650 y 850 euros. Una PC portátil puede adquirise por 400,
500 y 700 euros la más cara y un Ipad por 650. Un libro sale por 20 euros como
máximo (las novedades), de bolsillo por menos de 10 y un CD llega a los 10 como
mucho.
Me estoy mareando con tantas cifras, así
que pongo punto final, que ya está bien, y me voy a la taberna Doña Juana a
tomar un vasito de vino tinto del tiempo, es decir, no helado, como tienen
ahora la manía de servirlo en España en vez de “chambré”, como mandan los
cánones.
© José Luis Alvarez Fermosel
Investigación:
María Soledad Alvarez Fermosel