Lo último de lo último en materia de comunicación son las llamadas redes sociales, de las cuales se habla en todas partes. Los medios informativos se refieren a ellas constantemente.
Esas redes, en el contexto de la globalización, relacionan a una gente con otra y permiten la interacción con personas de los confines más remotos del mundo.
Los usuarios son en su mayoría jóvenes que, sin embargo, se sienten hoy en día más solos que nunca, confiesan ello mismos. Una paradoja más del posmodernismo.
La Fundación de Salud Mental británica acaba de dar a conocer los resultados de una encuesta acerca de esta nueva moda comunicacional.
La BBC News informó que, según ese estudio, un 60 por ciento de encuestados entre 18 y 34 años confesó que los supuestos beneficios de las redes sociales no son mejores que los que producen las relaciones reales.
Un inconveniente que vieron algunos –criticados acerbamente en seguida- fue el que supone la invasión de esas redes en el terreno de las relaciones personales. Cada vez hay menos intimidad.
Otros estudiosos de este nuevo fenómeno sostienen que el uso de Facebook y Twitter, por ejemplo, es muy positivo. Para otros, lo virtual avanza cada vez más sobre lo real, sin que las ventajas de esta realidad parezcan muy claras.
¡Menos mal que todavía quedan cafés donde uno puede reunirse con sus amigos, y verlos de cerca!
Esas redes, en el contexto de la globalización, relacionan a una gente con otra y permiten la interacción con personas de los confines más remotos del mundo.
Los usuarios son en su mayoría jóvenes que, sin embargo, se sienten hoy en día más solos que nunca, confiesan ello mismos. Una paradoja más del posmodernismo.
La Fundación de Salud Mental británica acaba de dar a conocer los resultados de una encuesta acerca de esta nueva moda comunicacional.
La BBC News informó que, según ese estudio, un 60 por ciento de encuestados entre 18 y 34 años confesó que los supuestos beneficios de las redes sociales no son mejores que los que producen las relaciones reales.
Un inconveniente que vieron algunos –criticados acerbamente en seguida- fue el que supone la invasión de esas redes en el terreno de las relaciones personales. Cada vez hay menos intimidad.
Otros estudiosos de este nuevo fenómeno sostienen que el uso de Facebook y Twitter, por ejemplo, es muy positivo. Para otros, lo virtual avanza cada vez más sobre lo real, sin que las ventajas de esta realidad parezcan muy claras.
¡Menos mal que todavía quedan cafés donde uno puede reunirse con sus amigos, y verlos de cerca!
© José Luis Alvarez Fermosel
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