La zona del euro se ha convertido en un casino planetario, en la opinión de analistas dignos de crédito.
Los más pesimistas temen que el sistema de moneda única europea empiece a hacer agua y el barco se hunda, o se quede al garete a corto plazo. Esperemos que llegue a buen puerto, aunque se descuenta que la travesía va a ser difícil.
Los hechos parecen dar la razón a nuestra teoría: los bancos, las financieras, los “traders”, los especuladores, los reguladores y, los peores, o sea, los ignorantes de siempre, que dijeron que sabían lo que se traían entre manos, al crear el euro como moneda comunitaria, provocaron la crisis económico-financiera global que conmociona al Viejo Mundo, o a una parte considerable de él.
La prestigiosa agencia de calificaciones Moody’s destaca declaraciones de Pierre Cailleteau, director del área de Deuda Soberana, en el sentido de que a su entender la gestión de los organismos reguladores para revertir la crisis no está dando resultado.
Los más culpables son gente de la calaña del financiero malversador estadounidense Madoff –que cumple una pena de 150 años de cárcel-, y sus émulos europeos. Madoff acaba de decir, refiriéndose a las víctimas de sus estafas: “¡Que se jodan!” (sic).
No sé si no son peores los ignorantes, los que dicen que saben y no saben, y nos metieron en este tinglado, y ahora no saben cómo sacarnos.
Josep Borrell Fontelles (foto), secretario de Estado de Hacienda y ministro de Obras Públicas en los gobiernos de Felipe González, ahora presidente del Instituto Universitario Europeo, habla en el diario El País de Madrid de la imprevisión y otros factores que generaron la crisis.
Entre otras cosas que no hay que perderse, Borrell se refiere a la gigantesca acumulación de la deuda privada en España, al incumplimiento del Pacto de Estabilidad por parte de Alemania y Francia, a los ajustes salvajes que pueden hacer perder la cohesión social y a lo que define como casino planetario: “Los gobiernos jugaron al póquer con los mercados y perdieron”.
Y pagaron justos por pecadores.
Los más pesimistas temen que el sistema de moneda única europea empiece a hacer agua y el barco se hunda, o se quede al garete a corto plazo. Esperemos que llegue a buen puerto, aunque se descuenta que la travesía va a ser difícil.
Los hechos parecen dar la razón a nuestra teoría: los bancos, las financieras, los “traders”, los especuladores, los reguladores y, los peores, o sea, los ignorantes de siempre, que dijeron que sabían lo que se traían entre manos, al crear el euro como moneda comunitaria, provocaron la crisis económico-financiera global que conmociona al Viejo Mundo, o a una parte considerable de él.
La prestigiosa agencia de calificaciones Moody’s destaca declaraciones de Pierre Cailleteau, director del área de Deuda Soberana, en el sentido de que a su entender la gestión de los organismos reguladores para revertir la crisis no está dando resultado.
Los más culpables son gente de la calaña del financiero malversador estadounidense Madoff –que cumple una pena de 150 años de cárcel-, y sus émulos europeos. Madoff acaba de decir, refiriéndose a las víctimas de sus estafas: “¡Que se jodan!” (sic).
No sé si no son peores los ignorantes, los que dicen que saben y no saben, y nos metieron en este tinglado, y ahora no saben cómo sacarnos.
Josep Borrell Fontelles (foto), secretario de Estado de Hacienda y ministro de Obras Públicas en los gobiernos de Felipe González, ahora presidente del Instituto Universitario Europeo, habla en el diario El País de Madrid de la imprevisión y otros factores que generaron la crisis.
Entre otras cosas que no hay que perderse, Borrell se refiere a la gigantesca acumulación de la deuda privada en España, al incumplimiento del Pacto de Estabilidad por parte de Alemania y Francia, a los ajustes salvajes que pueden hacer perder la cohesión social y a lo que define como casino planetario: “Los gobiernos jugaron al póquer con los mercados y perdieron”.
Y pagaron justos por pecadores.
© José Luis Alvarez Fermosel
No hay comentarios:
Publicar un comentario