Estamos en la era de la fealdad, del feísmo. En todo y por todo.
El culto a la fealdad, a lo feo, constituye una peculiaridad de nuestros tiempos, como la obsesión por comunicarse cuando se tiene algo que comunicar y cuando no se tiene, el mal uso del idioma, la mala educación y otras lindezas,
Esto pasa en Argentina, en España, en Brasil, en Estados Unidos, en Madagascar…
Mi compatriota y colega Antonio Muñoz Molina, académico de la Española, se refiere “in extenso” a este asunto de tanta actualidad, centrándose en los edificios modernos, en la nota relacionada, publicada en el suplemento de cultura Babelia del diario El País de Madrid.
No sólo los edificios son feos. También los modos, maneras, atuendos, el habla, la moda, las costumbres…
© J. L. A. F.
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