El
hombre joven de nuestro tiempo -o al menos una buena cantidad de ellos-, que
nosotros hemos dado en llamar macho posmoderno, o macho posmo, no deja de
asombrarnos con sus conductas, que estudian afanosamente psicólogos,
sociólogos, semiólogos y otros científicos especializados en el estudio del
comportamiento humano.
El
macho posmo está en todo el mundo. Todos hace las mismas cosas.
Los
freeganos, que comen desperdicios y,
si se tercia, los que están en la basura, brotaron de pronto en Estados Unidos
como los hongos en primavera, después de la lluvia.
Ya
están aquí, entre nosotros, y en una buena parte del mundo, por supuesto.
Conozcámoslos.
Nos los presenta Diego Yáñez Martínez en el diario La Nación de Buenos Aires.
© J. L. A. F.
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