De
nuevo Nati Mistral aquí, con su voz toda llena de sangre dulce y su tronío.
Cantante,
actriz, diseuse, recitadora, casi bailarina –según su propia
expresión-: Artista con A mayúscula y
argentina tanto como española, Nati Mistral pisa con garbo otra vez las calles
rotas de Buenos Aires.
Se
presenta en el Maipo Kabaret de la capital, en la tanguera calle Esmeralda, de
jueves a sábado a las 20 y los domingos a las 18 con sus Secretos y confesiones: cantares, poemas y bailes de España.
En
su voz y su escorzo flamencos Federico García Lorca, Rafael de León, Amado
Nervo, Manuel Machado, Rafael Alberti, Piazzolla y Ferrer; sus recuerdos y sus
chistes.
Una
hora y media en el escenario, 83 años –confesados públicamente por ella- incólumes y espléndidos.
Le
acompañan en guitarra Agustín Hellin y en piano Santiago Torricelli. La
producción es de Arte Joven y Ricardo Berbari.
Homenaje y premio
La
Asociación de la Prensa Española en Argentina (APEA) homenajeó a Nati Mistral y
le otorgó una distinción en el salón Alhambra del Club Español, en un acto
organizado y dirigido por su presidenta, Pilar González, que contó, entre otras
personalidades argentinas y españolas, con el cónsul adjunto del Consulado
General de España, Marcos Rodríguez Cantero; el presidente de la Federación de
Sociedades Españolas, Pedro Bello; la presidenta de la Asociación Argentina de
Mujeres Hispanistas, Concepción Massa Losada; la legisladora de la ciudad de
Buenos Aires, María José Lubertino y María González Rouco, periodista cultural
de Colectividades Argentinas.
El
periodista y conductor de radio Juan Alberto Baliari presentó a Nati Mistral en
una breve y brillante disertación en la que recorrió los aspectos más
descollantes de la vida y la carrera de la artista. También hizo uso de la
palabra Javier Vence, secretario de APEA, quien calificó a Nati Mistral de
“bicho de teatro”. Diego Rúa ofició de locutor, pero fuera de libreto pidió a
Nati Mistral que recitara el famoso ovillejo de Cervantes que empieza diciendo:
¿Quién menoscaba mis bienes…?, siendo
complacido en el acto.
Nati
Mistral habló sobre su trayectoria desde sus comienzos, sus primeros éxitos, su prolongada estancia en Alemania y otros
viajes, las corridas de toros y el asombro que le produce, cada vez que viene,
esta Argentina cambiante de un día para el otro y siempre tan politizada.
Fin de fiesta
La
cantante Rocío del Cielo animó lo que podría llamarse fin de fiesta
interpretando Honrar a la vida, de
Eladia Blázquez. También cantaron Marita Tuero, Cintia Reina y Ariel Zamora,
quienes interpretaron A mi manera, María
de la O y El emigrante, respectivamente.
Conocí
a Nati una noche lejana, en el Madrid que nos vio nacer a los dos. Cantaba un
viejo cuplé que su voz tornaba nuevo y de siempre: Rosa de Madrid. Habían inundado su camerino de flores. Alberto
Closas tremolaba una botella de vino fino Tío Pepe. Manolo Sellés tenía que ir
a ver a Rocío Durcal, pero pasó a saludar. Monna Bell, la crooner chilena de Roberto Inglez, había ganado el primer premio
del Festival Internacional de la Canción de Benidorm con Un telegrama, de los
hermanos García Segura:
Antes de que tus labios me
confirmaran
que me querías,
¡ya lo sabía!
¡Ya lo sabía!
Porque con la mirada tú me
pusiste
un telegrama,
que lo decía,
que lo decía…
Finalizaba
la década del 60 y en Madrid también todo era luz, alegría, música y una
simpática nonchalance de jóvenes que
se lanzaban a la vida a tumba abierta.
Aquella
noche el reportero gráfico Olegario Pérez de Castro tiró no sé cuántas placas.
Yo escribiría más tarde la entrevista, que ya no recuerdo donde salió
publicada. Desde entonces he entrevistado varias veces a Nati Mistral, la
última en televisión.
Nati
Mistral está de nuevo en Argentina. ¿Dónde no habrá estado?
Pasó
el tiempo. Pasó gente. Pasaron cosas…
Nati
Mistral acaba de alcanzar la intemporalidad en el Buenos Aires que la pertenece
desde hace muchos años..., ¿o cinco minutos?
© José Luis Alvarez Fermosel
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