Hay que vivir lo más intensamente que se pueda, ver
mucho, oir mucho….¡y callar mucho!
Y, a mayor abundamiento, recordar aquello de que “donde
las dan las toman, y callar es bueno”.
Acordémonos también del hombre que entra en una
taberna del Madrid viejo y se topa con un cartel, adosado a una pared, que
recomienda: “Pide, bebe, calla, paga, vete”.
© J. L. A. F.
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