jueves, 2 de octubre de 2014

¿Qué inglés?



El inglés es un idioma autoritario. Recto. Erudito. Académico. Pocos acentos prometen la alta nobleza del inglés de la Reina. Es un acercamiento al idioma que agita los corazones de los devotos de James Bond y Hemien Granger. Y si el orador no puede saciar la mayoría de tus irracionales deseos, por lo menos aprenderás algo.
Esto ha dicho el periodista estadounidense Jordan Burchette en una encuesta de la cadena CNN.
Pero, ¿qué inglés?  Porque antes había un solo inglés. Un sólo idioma inglés, quiero decir. Era el que nos enseñaba a los niños una profesora particular (inglesa, por supuesto), alta, delgada, angulosa, seca, de rostro cuadrado y enérgico y antiparras de carey. En invierno lucía –es un decir…- trajes sastre de "tweed" y en verano vestidos floreados. Parecía un personaje de la deliciosa novela "Los cuadernos del mayor Thompson", del escritor francés Pierre Daninos.
La "teacher" en cuestión nos enseñaba el inglés de Dickens (1), Johnson (2) o Goldsmith (3), que aprendíamos a regañadientes pues nos gustaba más el francés que escuchábamos hablar a nuestra madre y nuestra abuela.
Luego, cuando empezamos a leer los diarios nos enteramos de que había otros ingleses que se hablaban, entre otros lugares, en Canadá, la Península Escandinava, la India, Sudáfrica, Australia, Gibraltar, las islas Malvinas y, naturalmente, Estados Unidos, donde se filmaban las películas del Oeste que tanto nos gustaban.
El "Spanglish", o mezcla de español e inglés, sentó patente de corso cuando los cubanos empezaron a irse a Miami. Hasta ahí todo estaba más o menos bien. Uno hablaba inglés británico o inglés norteamericano y podía viajar por todo el mundo y entenderse con la gente, porque cuando uno empezó a viajar por todo el mundo ya se hablaba inglés en todo el mundo.

Luego vinieron los otros ingleses... 

Luego vinieron los otros ingleses...
El primer inglés… raro fue el de los manuales  que acompañaban  -y siguen acompañando- a los artefactos electrónicos, los del hogar y los otros. A ese inglés se le denominó técnico y la denominación es muy buena porque lo escriben técnicos de muy alto nivel. Tan alto es su nivel -y ellos lo saben- que el inglés en el que escriben las instrucciones para el uso de los aparatos que vienen de Japón, China, Hong Kong, Corea y Malasia no está destinado a los usuarios, sino a técnicos de nivel inferior al de los que escribieron las (supuestas) explicaciones. 
Otro inglés es el de la computación, en el cual "save" no es ahorrar sino salvar (un texto) en una "folder" -que milagrosamente sigue queriendo decir carpeta en español-; el “mouse" no es un ratón-, o sea, sí, pero un ratón distinto a los de toda  la vida, a los que les gusta el queso que se les pone de cebo en trampas para capturarlos; y si se cuelga el "server" no hay que preocuparse porque nadie toma la trágica determinación de ahorcarse. Es que el sistema o la red electrónica se viene abajo, casi siempre por razones desconocidas o sencillamente sin ninguna razón. Lo que uno ha escrito laboriosa y prolijamente en la pantalla desaparece y casi siempre no vuelve más.
Pero quizá el inglés más... peculiar, por llamarlo de algún modo, sea el de la Internet, poderoso tótem de la New Age. El inglés de la Internet -que tan bien domina Marcelo Monzón, por ejemplo- incluye términos rusos, como iconos: así se llamaban antes las imágenes pintadas que representaban a la Virgen o a los Santos en la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Los iconos que pueblan ahora todos los programas de computación tienen su origen en el Apple Macintosh, el primer sistema que creó una interfaz gráfica. Los iconos mandan órdenes a los programas, operaciones o informaciones que ofrecer al usuario. Algunos de ellos son fijos, estándares, pero la persona que utiliza los programas puede usar iconos nuevos según sus preferencias y disponer, además, de una vasta biblioteca de signos. 
La Internet propone el lenguaje de los ideogramas y los pictogramas. Algunos lingüistas sostienen que la escritura en forma de pictograma es anterior al lenguaje hablado y habría surgido como un intento de fijar en imágenes una lengua de gestos. La dislexia o dificultad de adquisición de la lectura, tan común entre nosotros, apenas existía en culturas con escritura ideográfica (China, Japón). El nuevo idioma pictográfico fue ideado por el diseñador austríaco Otto Neurath, a quien se considera el padre de las señales de tráfico.

1) Escritor inglés nacido en Landport en 1812 y muerto en 1870. Tuvo una infancia marcada negativamente por los problemas económicos de sus padres, lo cual influyó en su obra.   Entre 1838 y 1842  publicó “Oliver Twist"  y "Nicholas Nicklebey". También fue periodista y fundó el periódico "Daily News”. En 1849 editó su novela favorita: "David Coperfield". 
2) Ensayista y lexicógrafo inglés. Nació en Lichfield (1709) y murió en Londres (1784). De su obra literaria se destaca "Vida de los poetas ingleses". También escribió un diccionario.
3) Escritor británico nacido en Kilkenny West en 1730 y muerto en Londres en 1774. Autor de comedias, obras de historia y poemas. Su mayor logro literario fue la novela “El vicario de Wakefield”.

© José Luis Alvarez Fermosel

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