viernes, 9 de julio de 2010

Más sobre puros

Generalmente los puros se elaboran con cinco hojas diferentes: tres para la tripa, uno como capote y otra, la más fina, para la capa. La tripa o ligada es la que marca el sabor, aroma y combustión del cigarro. El capote envuelve la tripa y la capa es la vestidura final que marca su apariencia.
Los habanos pueden estar hechos a máquina o a mano. En el primer caso la tripa o picadura es corta. En los "hechos a mano" la tripa contiene trozos de hoja enteros o picadura larga.
A la hora de elegir un puro lo primero que debemos considerar es su tamaño. Éste debe estar relacionado con el tiempo que tengamos para dedicarle. Uno corto puede ser para un intervalo breve de actividad, mientras que uno más largo es apropiado para disfrutarlo en una sobremesa. En los dos casos su sabor y fortaleza no se manifiestan plenamente hasta la mitad de la fumada.
Si fuma más de un cigarro diario, éstos deben tener sabores similares o la intensidad de los mismos debe incrementarse de forma progresiva durante el día. Nunca fume un cigarro suave después de uno fuerte ya que no lo disfrutará.
Los de calibre grueso arden mejor y tienden a ofrecer un sabor más suave que los finos.
El color de la capa de un puro puede variar de una caja a otra, de maduro a claro. Algunos piensan que los cigarros de capas oscuras poseen un sabor más fuerte, pero ésto no es así. Es la mezcla de las diferentes hojas que componen la tripa la que dicta el sabor. En todo caso, las capas oscuras son más dulces, comparadas con las claras.
Al igual que los vinos, los puros pueden añejarse. Almacenándolos correctamente, pueden conservarse por lo menos durante quince años y, en ocasiones, por más tiempo. Con el añejamiento, su sabor y aroma se perfeccionan, se asientan.
Los cigarros respiran por su capa hasta el momento en el que son degustados, y mantienen todas sus cualidades durante mucho tiempo. Debe protegerselos del calor, la sequedad y los olores ajenos. El método más eficaz para que mantengan toda su calidad es conservarlos dentro de una caja o mueble humidificador a temperatura y humedad constantes. Las mejores condiciones se alcanzan entre los 16 y 18° C y con una humedad del 65 al 75%.


© J. L. A. F.

No hay comentarios: