lunes, 12 de julio de 2010

Angélica afila el lápiz

Angélica Gorodischer, de quien hemos publicado algún escrito en este blog, afila el lápiz…y escribe en la computadora una columna que apoya nuestra teoría de que la minucia, lo que parece que no tiene ninguna importancia, la bagatela, las cosas caseras, las pequeñas incidencias cotidianas tratadas por un escritor de rica vida interior, y buen ojo para el detalle, pueden convertirse en un texto delicioso, como el que Angélica Gorodischer ha publicado en Perfil con el título “El olor a lápiz”. Con pocas palabras, que es lo bueno, ya lo decía Gracián: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”.
Angélica Gorodicher y yo –ya lo he dicho en otra oportunidad- fuimos vecinos en las páginas de la revista Playboy. Ella escribía la columna para mujeres y yo la columna para hombres. Yo iba a la redacción más que ella. Así que nunca coincidimos, ni nos vimos en ningún otro lugar, y no pude decirle personalmente cuánto la admiro. Se lo digo ahora por escrito, y escrito queda.


© José Luis Alvarez Fermosel

Notas relacionadas:

El olor a lápiz

Del autor:

De lo individual a lo universal
La leyensa del “bleistift”

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