Téngase
en cuenta, asímismo, que actually no
es actualmente, sino en realidad; administered
prices son precios intervenidos, o regulados –según el caso-; aggressive no quiere decir agresivo,
sino enérgico, dinámico y appreciation
equivale en español a incremento de valor.
Auditing es revisión de cuentas, la palabra bookmaker no tiene nada que ver con
libros (books) ni con hacedores (makers): significa corredor de apuestas.
Cash price es precio al contado; contemplate no es contemplar, sino proyectar, proponer, tener el
propósito.
Definite no quiere decir definitivo, sino claro,
cierto, categórico. Currently no es
corrientemente: es actualmente.
En
español no existe la palabra “deprivación”; deprivation
tiene en inglés la acepción de privación, carencia o pérdida.
Directives ha de traducirse como órdenes o
indicaciones, no por “directivas” o “directrices” y disorder no es desorden: es trastorno, y, en medicina, enfermedad o
alteración.
A
algo tan preocupante como la deuda interna se le llama en inglés domestic debt; domestic trade es
comercio interior y double entry no
es “doble entrada”, sino partida doble, o método de contabilidad por el que se llevan a la par el
debe y el haber.
Cuando
parezca imprescindible emplear la palabra establishment,
escríbase así; no se intente adoptarla como “establecimiento”.
Eventually: por fin va a suceder, fuera de toda
eventualidad.
Hemos
visto factoring traducido
macarrónicamente como “factoreo”, cuando la equivalencia en español es cesión
de crédito.
Forcing no tiene nada que ver con la fuerza o con
el esfuerzo, sino con la presión.
Griffe no es grifo: es etiqueta de la ropa. Se
emplea este término para designar a las casas de alta costura.
Tampoco
ingenuity es ingenuidad, sino
inventiva, ingenio; y en español ingenuidad es sinónimo de candor o inocencia.
Una
promissory note es algo tan
promisorio como un pagaré; royalty es
regalía, patente o canon y security valores
de renta fija.
Topic: tradúzcase por asunto, tema o materia que
ha de tratarse; en español “tópico” equivale a lugar común, expresión muy
manida o “cliché”.
(*)
Confundir una persona o cosa con otra, en particular cuando se traduce de otro
idioma al propio.
©
José Luis Alvarez Fermosel
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