El escritor español Pedro González Calero, que fue según propia
confesión barrendero, documentalista, profesor de filosofía y titiritero
frustrado, se ocupa en su último libro, “Política
para bufones”, de la historia de
la teoría política, las ideas y los planteamientos de lumbreras de la historia
universal como Pericles, Maquiavelo o Marx.
Siempre desde el humor y con un escepticismo que no se preocupa por
disimular, el autor repasa los conceptos políticos y las formas que el poder utilizó
siempre para organizar –subordinar, diría él- al pueblo, desde la democracia
ateniense a la dictadura del proletariado, pasando por el absolutismo y el
liberalismo.
En todos los tiempos encontramos ejemplos del cumplimiento de la máxima
de Maquiavelo: “El Estado no se rige por
criterios morales o religiosos, sino por la necesidad de perpetuarse”.
Política y
corrupción
"Comprobamos con tristeza que la
corrupción acompañó el ejercicio de la política desde tiempos inmemoriales,
pues arraiga en la frágil condición humana”, añade Maquiavelo.
El libro es muy ameno y en sus páginas campea un primoroso cinismo. Ya
está despertando polémicas, pues a los políticos no les gusta que airéen sus
miserias, y mucho menos que los satiricen.
González Calero nos había dado anteriormente, con su “Filosofía para bufones”, un divertido paseo por la historia del pensamiento,
mediante la narración de las anécdotas más significativas de los grandes
filósofos. Filosofía a carcajadas.
En lo que se refiere a la política, el llanto suele predominar sobre la
risa, a la hora de evaluar las gestiones, aunque con harta frecuencia éstas
despierten una restallante hilaridad.
© José Luis
Alvarez Fermosel
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