jueves, 24 de mayo de 2012

Fascinación


Fascinación significa gran atracción, carisma, deslumbramiento, embrujo, “glamour”, seducción.

Películas:

Love in the afternoon (1957), que se dio en España con el título de Fascinación, precisamente por el vals de ese nombre: el “leit motiv” musical de la película, dirigida por Billy Wilder e interpretada por Audrey Hepburn, Gary Cooper y Maurice Chevalier.
La película se basó en la novela Ariane, de Claude Anet. Jane Morgan cantaba la canción.
Hubo otras dos películas con el título en español de Fascinación: una norteamericana de Brian de Palma, de 1976: Obsession en inglés, con Catherine Bujold y Cliff Robertson y otra argentina, ésta sí titulada Fascinación, de 1949, dirigida por Carlos Schlieper, con Arturo de Córdoba y Elisa Christian Galvé como protagonistas.

Embrujo de Sevilla                              

En España hubo un perfume que se llamaba Embrujo de Sevilla, que no sé si era de la casa Gal. Y es que el embrujo, o la fascinación, o la seducción, que todo es lo mismo, tiene perfume, que a veces persiste y a veces se diluye.
Por eso, cuando a uno le llega la fascinación, tiene que colgarse de ella como de un cable a tierra; y si uno emite fascinación, como las luciérnegas luz, qué fortuna, qué don maravilloso, que no se debe retacear; claro que a veces uno es fascinante y no se da cuenta.
Si uno es tan sensible como un besugo, no sólo no podrá fascinar a nadie, sino que no le llegará la fascinación, aunque ahora que lo pienso un besugo a la espalda bien asado puede llegar a ser fascinante.

© José Luis Alvarez Fermosel

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