Este blog incorpora una nueva sección: Películas para
el recuerdo, principalmente dedicada a la evocación y el comentario –no la
crítica- de películas filmadas entre los años 30 y 60, cuando se hicieron los mejores films de todos
los tiempos, o muchos de ellos, por lo menos.
No daremos primacía en estas páginas a las grandes
producciones que hemos visto tantas veces y figuran, año tras año, en lugares
destacados entre las 100, 50 ó 10 películas más vistas y más aplaudidas en todo
el mundo.
Traeremos a colación films de autor, pertenecientes a
un cine que bien podría calificarse de cámara; un cine inolvidable cuyos
valores perduraron a lo largo de los años, un cine que no se cayó ni se quedó
en el tiempo.
Películas extraordinarias que algunos vimos de chicos
en cines de barrio de la mano de nuestros padres, y otros en salas de arte y
ensayo, cineclubes y la televisión.
A los que no las vieron, quizá les entren ganas de
verlas ahora y se las procuren en las tiendas de venta y alquiler de videos, o
las bajen por Internet y puedan disfrutarlas un sábado por la tarde en la
intimidad del hogar, en familia o solos; con un whisky a mano y ganas de
extasiarse con un cine que, salvo honrosas excepciones, ya no se hace.
© J. L. A. F.
Sorry, wrong number
Con el título Voces
de muerte se dio para el público de habla española. El original en
inglés era: Sorry, wrong number (Lo
siento, número equivocado).
Se estrenó en 1948.
La dirección corrió a cargo del ucraniano Anatole Litvak, que también dirigió La noche de los generales, Anastasia y otras películas en diversas
lenguas. Litvak culminó su carrera en los Estados Unidos.
La producción fue de
la Paramount y Producciones Hal Wallis. Antes de montar su productora, Hal
Wallis fue el productor ejecutivo de Casablanca.
Lucille Fletcher
escribió el guión, según un libro suyo del mismo título que adaptó para la
radio y dio lugar en 1943 a
una radionovela muy popular protagonizada por Agnes Moorehead –la inolvidable Endora de Embrujada-.
Barbara Stanwyck y
Burt Lancaster encabezaron un reparto que incluyó a actores como Wendell Corey,
que también trabajó con Lancaster en I
walk alone (Al volver a la vida), una película de gangsters con Kirk
Douglas y Lizabeth Scott en los principales papeles. Su realizador fue Byron
Haskin y el film se estrenó en 1948.
Stanwyck fue
seleccionada para el Oscar por su trabajo en Sorry, wrong number, o Voces de muerte. Se lo arrebató
Jane Wyman con Belinda.
Para Burt Lancaster
fue su segunda película en un papel coprotagónico.
La primera fue The Killers (Forajidos) –basada en un
cuento de Hemingway-, dirigida en 1946 por Robert Siodmark y protagonizada por
Ava Gardner y Edmond O’Brien.
Una pieza de cámara
La película fue una
pieza de cámara, con una actuación insuperable de Barbara Stanwyck. Un thriller impresionante con un toque de
claustrofobia, agobiante.
De un cruce de
líneas telefónicas surge la trama, que avanza sin parar con contínuas
secuencias del pasado para reconstruir los acontecimientos con los que se
enfrentan los personajes, cuyo destino no es que sea incierto: es
verdaderamente muy cierto, inminente y fatal.
La partitura musical
de Franz Waxman, excepcional, redondea un film no de terror clásico, o un
clásico del cine de terror, sino de un terror real sin efectos especiales ni
recursos de ciencia ficción, ni descuartizamientos –no se derrama una sola gota
de sangre, ni suena un tiro-, ni psicópatas, ni pedófilos, ni paranoicos asesinos
seriales.
Hitchcock reconoció
que utilizó esta cinta como fuente de inspiración para su Dial M for Murder (Crimen perfecto) filmada
en 1954 con Grace Kelly y Ray Milland.
En 1961 se hizo una
versión para televisión de Tony Wharmby, con Leni Anderson, Carl Weintraub y
Patrick Macnee, el inolvidable actor inglés John Steed de la serie The Avengers
(Los
vengadores).
Las últimas palabras
de la película son Sorry, wrong number.
De ahí el título que en español, Voces de muerte, lleva
inevitablemente al recuerdo del romance a la muerte de Antoñito el Camborio de
Federico García Lorca:
Voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
© José Luis Alvarez Fermosel
Vídeo (trailer):
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