sábado, 29 de marzo de 2008

Comidas de otoño

El verano fue la época de la recolección de los cereales. En otoño nos vamos replegando. Bueno sería instalarse en una casona de piedra con un gran jardín que contemplar a través de un ventanal. Para confortarnos, los caldos y los guisotes de la abuela.
Estamos en una estación de tránsito y esto se refleja también en las comidas.
Poco a poco, van abandonándose las frutas de verano y los productos de la huerta que se pueden comer crudos.
Se empiezan a cocinar los potajes, las cremas y los purés ligeros.
Las proteínas y los cereales recobran su importancia y disminuye el consumo de los líquidos.
El otoño es la estación adecuada para modificar nuestros hábitos gastronómicos fuera de todo límite –como el excesivo consumo de proteínas animales y el escaso de fibras vegetales-. Tenemos a mano las legumbres y las hortalizas recién recogidas.
La zanahoria, la remolacha, los rabanitos…, son la base de varias de las comidas de otoño.
Las legumbres tienen también proteínas. Los incondicionales de la proteína animal pueden incorporar las que contienen las carnes blancas, los pescados y la caza.
Lo malo es que en Argentina no gusta el pescado, al menos en Buenos Aires. En provincias y, sobre todo, en el sur del país se pesca, se prepara muy bien y se consume el pescado que se extrae del mar y de los ríos.



© José Luis Alvarez Fermosel

No hay comentarios: