- El idioma nos une.
- ¿De verdad? ¿Qué idioma? ¿Qué idiomas?
- A los hispanos, el español. ¿O acaso los españoles y los latinoamericanos no hablamos la misma lengua?
- Pues no, señor; ya va usted a ver, o a oir.
Por poca televisión que veamos nos daremos cuenta enseguida de que es así. Los lenguajes de las series y las películas dobladas en guachinango no se parecen casi nada al español de Quevedo o al de Borges.
Los españoles dicen tiroteo. Los venezolanos, balacera y plomazón. Pero tiroteo (amoroso) se le llama en Argentina al flirteo, que viene de flirtear o practicar el flirt (palabra inglesa), es decir, el coqueteo.
Flipar, en el lenguaje del hombre joven de la era posmoderna, del llamado macho posmo –el macho posmo español, en este caso- es sentir una emoción equivalente a la de quien se encuentra en un estado raro (1).
- ¿De verdad? ¿Qué idioma? ¿Qué idiomas?
- A los hispanos, el español. ¿O acaso los españoles y los latinoamericanos no hablamos la misma lengua?
- Pues no, señor; ya va usted a ver, o a oir.
Por poca televisión que veamos nos daremos cuenta enseguida de que es así. Los lenguajes de las series y las películas dobladas en guachinango no se parecen casi nada al español de Quevedo o al de Borges.
Los españoles dicen tiroteo. Los venezolanos, balacera y plomazón. Pero tiroteo (amoroso) se le llama en Argentina al flirteo, que viene de flirtear o practicar el flirt (palabra inglesa), es decir, el coqueteo.
Flipar, en el lenguaje del hombre joven de la era posmoderna, del llamado macho posmo –el macho posmo español, en este caso- es sentir una emoción equivalente a la de quien se encuentra en un estado raro (1).
Si un cachudo o grasa (vulgar, burdo) argentino se va a Madrí, Madrís o Madriz –se dice allí en vez de Madrid, que es la forma correcta de decirlo- le llamarán hortera y si, además, es ordinario –de una ordinariez “under”- será justamente calificado de cutre.
El engrupido no tiene nada que ver con ningún grupo; es más, no suele ser gregario: es lisa y llanamente un presumido. Grupo es sinónimo de engaño y, lógicamente, no me engrupas significa no me engañes.
En México las rubias son hueras aunque no tengan el cerebro huero, o vacío; en Venezuela se las llama catiras. (“La catira” es una novela de Camilo José Cela, que introdujo en España el estilo llamado tremendista, a base de malas palabras.)
El inglés, que es hoy en día el idioma del mundo, ya no es el inglés de siempre. Hoy no hay un inglés británico y otro estadounidense. Están también el inglés canadiense, el australiano, el sudafricano, el neocelandés, el técnico y el de la computación.
El Spanglish -que surgió del contubernio del inglés norteamericano con el español- dio a luz engendros como los siguientes: te veo pa’trá (“traducción”..., por así llamarla, de “I’m coming back"), yarda en vez de “yard” (patio), Loisaida por “Low East Side”, vamos a vacunar la carpeta por “we are going to vacuum the carpet”, que en español quiere decir vamos a limpiar la alfombra con la aspiradora y manchón por “staff”.
Ahora, es decir, desde hace ya mucho tiempo tenemos, además, el idioma abreviado de los mensajes de texto de los teléfonos celulares y de otros artilugios tecnológicos, que vienen con ideogramas, pictogramas, iconos y otras zarandajas que nos obligan a estudiar constantemente nuevos idiomas, mientras olvidamos los que aprendimos antes.
El engrupido no tiene nada que ver con ningún grupo; es más, no suele ser gregario: es lisa y llanamente un presumido. Grupo es sinónimo de engaño y, lógicamente, no me engrupas significa no me engañes.
En México las rubias son hueras aunque no tengan el cerebro huero, o vacío; en Venezuela se las llama catiras. (“La catira” es una novela de Camilo José Cela, que introdujo en España el estilo llamado tremendista, a base de malas palabras.)
El inglés, que es hoy en día el idioma del mundo, ya no es el inglés de siempre. Hoy no hay un inglés británico y otro estadounidense. Están también el inglés canadiense, el australiano, el sudafricano, el neocelandés, el técnico y el de la computación.
El Spanglish -que surgió del contubernio del inglés norteamericano con el español- dio a luz engendros como los siguientes: te veo pa’trá (“traducción”..., por así llamarla, de “I’m coming back"), yarda en vez de “yard” (patio), Loisaida por “Low East Side”, vamos a vacunar la carpeta por “we are going to vacuum the carpet”, que en español quiere decir vamos a limpiar la alfombra con la aspiradora y manchón por “staff”.
Ahora, es decir, desde hace ya mucho tiempo tenemos, además, el idioma abreviado de los mensajes de texto de los teléfonos celulares y de otros artilugios tecnológicos, que vienen con ideogramas, pictogramas, iconos y otras zarandajas que nos obligan a estudiar constantemente nuevos idiomas, mientras olvidamos los que aprendimos antes.
(1) "Estado raro: ver la sombra mezclada con violetas": greguería del escritor español Ramón Gómez de la Serna.
© José Luis Alvarez Fermosel
Nota relacionada:
“Demasiados ingleses”
(http://elcaballeroespanol.blogspot.com/2008/05/demasiados-ingleses.html)
2 comentarios:
Buena recopilación de palabras. Muy interesante, sinceramente.
Alej: muchas gracias por tu comentario. Saludos cordiales.
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