La calle la Palma, 70,
3º 1. En esa dirección se habrían recibido cartas de otro continente, de no
haber habido Internet, y por consiguiente correspondencia electrónica.
Cartas como las que
llegaban a otra calle de la misma ciudad: Sánchez Preciado, 9 –antes fue 7-, 1º
4.
Cantaba Raphael: A veces llegan cartas…
Os echo mucho de menos… Esto es muy distinto… Quizás el año que viene
pueda viajar…
Iba pasando el
tiempo. Hasta que la lejanía se hizo carne.
- Mitad emigrante,
mitad embajador.
- Es usted muy
amable.
- ¿Qué título tiene
usted?
- Der Ausgang giebt der Taten ihre Titel? (1)
Se
difuminaban paisajes lejanos. El templo de Debod –desde el que se contempla el
atardecer como en ningún otro lugar-, los jardines del Campo del Moro (foto), las
Vistillas, el parque del Retiro, el paseo de Rosales…
Las
calles se iban a otros lados; pero, no: era que se le enredaban a uno en el recuerdo.
Las calles siguen en su sitio. Las vimos, y paseamos por ellas alguna vez que
fuimos -para volvernos a ir…-.
La
calle Cardenal Cisneros. Allí llevamos a la paloma herida.
¿Qué
calle será la última por la que uno transite?
Los
árboles se metían en los portales…
Los
árboles, como decía aquel poeta, se metían en los portales. ¿O el poeta nunca dijo
eso y fue una ocurrencia de Adela?
El
almendro del jardín florecía siempre antes de tiempo, justo después del
deshielo de la última nevada, antes de que llegara la primavera .
La estancia se llenó del olor
de la tierra caliente enfriada por el agua. Ginevra la aspiró fuertemente, como
un perfume exótico y turbador…
Ginevra
de Saint Clair –que no tenía nada que ver con la Ginevra de Camelot- había
espiado para el Sur en la guerra norteamericana de Secesión. A su término, se
instaló en Barataria Bayon, en la Louisiana, en una casa al pie de un enorme
roble de cuyas centenarias ramas pendían, como jirones de materializada niebla,
grandes masas de “musgo español”.
La
novela se titulaba El exterminio de la
“Calavera” y su autor era José Mallorquí. Ginevra muere en los brazos de
César de Echagüe de un balazo de rifle, en una emboscada tendida por la banda
de la Calavera.
El anillo Gladdagh: Let love and friendship reign… (2).
La
penumbra de color amatista se ha convertido en una noche profunda.
1)
¿Acaso el resultado no debe decidir cuál ha de ser el título?
2)
Que reinen el amor y la amistad.
© José Luis Alvarez Fermosel
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