viernes, 17 de octubre de 2008

Había caído la noche en Madrid...

¿De dónde llegan las notas de un organillo? Hace muchos años que no se oye un organillo en Madrid.
El intermedio de Goyescas. El taxi rueda lentamente por el asfalto reblandecido por el calor. La reina Mercedes ha muerto. "Cuatro duques la llevaban por las calles de Madrid...".
--Pero eso fue hace mucho tiempo, señorito; fíjese: yo no había nacido.
--¡Tire por la carretera y pasemos por el Puente de los Franceses!
--Sí, señor.
¡Qué calor! Un calor antiguo. ¡Señor, si ya no se llevaba un calor así! ¡Ay, niña Isabel!
¿Fue anoche? Yo salía de Casablanca. Había en la calle gente del Circo Price. Un "clown", todavía con restos de harina en el rostro arrugado y una vieja "ecuyére" con el pelo teñido de rojo.
Una paloma se había posado en la espada del teniente Ruíz –la estatua está en el centro de la plaza, como mandan los cánones-.
En el cine Príncipe Alfonso dan una película en color de Heddy Lamarr. ¿Estará mañana también Ava Gardner en el bar del Hilton? Nati Mistral canta no sé dónde un chotis: "Tengo un novio cajista de imprenta...".
Ladran perros heráldicos en las riberas del río: lobos urbanos fugados de escudos de armas con coronas semiborradas y diluídos sinoples. El Manzanares, el aprendiz de río lleva muy poca agua, como siempre.
El Puente de los Franceses. Siempre que paso bajo él me parece escuchar un lejano tableteo de ametralladoras. Me contaron. Porque yo no hice esa guerra.
Verdes plateados y una luna lunera "(...) luna, luna de España cascabelera, luna de ojos azules, cara morena...".
--Ella me decía…
--¿Qué le decía a usted, hombre de Dios?
-- Que la llevara a la verbena.

“… Llévame a la verbena de San Antonio,
que por ser la primera no hay que faltar ...
Juntos, que parezcamos un matrimonio,
no haga el demonio
que una chulapa me amargue
el día de San Antonio,
porque le guste coquetear…”

© José Luis Alvarez Fermosel


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