jueves, 30 de octubre de 2008

Tenía razón Sherlock Holmes

Dejamos de lado sistemáticamente lo pequeño, las cosas pequeñas. Hay que estar siempre pendiente de los grandes temas. Así mostraremos que estamos actualizados, o mejor aún, que podemos dar opiniones importantes, porque son nuestras, sobre cuestiones de indiscutible relevancia.
El historiador italiano Carlo Guinzburg sostuvo hace tiempo que hay un parentesco entre los sistemas de Freud y los de Sherlock Holmes en lo que se refiere a la observación y valoración de los pequeños detalles.
En “El misterio del Valle de Boscombe”, Holmes le dice a su fiel ayudante y exégeta, el doctor Watson: “Ya sabe usted que mi método consiste básicamente en fijarme en cosas insignificantes”. En “Un estudio en escarlata” señala de forma sentenciosa: “Para una gran mente, nada es pequeño”. Y en “El signo de los cuatro” da a conocer el que tal vez sea su pronunciamiento más perdurable: “Cuando se ha eliminado la imposible, lo que queda, por más improbable o desprovisto de interés que parezca, es la verdad.”
El escritor y bioquímico bielorruso -nacionalizado estadounidense- Isaac Asimov, autor de conocidas obras de ciencia ficción e historia, señala en su último cuento del club de los Viudos Negros la influencia de las naderías en las artes de la deducción y la inducción.
Nos ocupamos mucho de la fachada y poco de la trastienda. Y es una pena, porque en la trastienda, o en el desván, ya que estamos, pueden encontrarse pequeñas cosas muy intersantes.
Un viejo álbum de sellos que a lo mejor hoy vale una fortuna, un abanico de la abuela de marfil y una tela gris en la que campean escenas en colores de corridas de toros; una baraja francesa, una caja de música, un libro de horas, un daguerrotipo, un violín roto; una pluma estilográfica opacada por el polvo que en cuanto se limpia vuelve a brillar y, lo que parecía imposible: ¡escribe!
Y, ¿por qué no?, la única novela de Sherlock Holmes que no habíamos leído.


© José Luis Alvarez Fermosel


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado José Luis ,

pienso que está muy bien poder enviarte un mail.Pequeñas..... cosas...interacción entre humanos ???
Tienes un "historial" muy impresionante - Sana envidia me invade ante tanta sapiencia , libros, trabajos , una buena vida ; familia , hijos encarrilados , madurez , cortesía y galanura .Lanny fué genial al bautizarte.

Te cuento, yo nunca seguí a Lanny en otras épocas.Simplemente escuchaba FM .Creo que se ha redescubierto a si mismo en esa radio .Es un dulce total .Y tú lo acompañas maravillosamente con ese salero particular que Dios te ha dado.

Eres una especie en extinción. Desgraciadamente para todos .Ya sabes, aquello de los valores perdidos......

Va a ser una experiencia muy positiva recibir tus sutilezas.Imagino a las "señoras" queriendo conquistarte . Ja , ja.Y para colmo , te gustan las mujeres. Así que estás como calamar en su salsa. Bueno hombre que no es pa tanto ! yo sólo estaba bromeando! Ja ,ja .

Lamento no ser importante como para ser tu amiga, pues te ataría a la pata de la mesa tan sólo pa que me hables. Ja, ja.Y bue....such is life .

Jose Luis , me marcho por hoy .
Me llamo Susana, me dicen Sussy y para tí soy Susan4......es que había tantas que elegí ser la cuarta...ja ja.Digo, en el programa de radio.

Paz y Bien
Susan

Anónimo dijo...

Querida Susan4: el que te envidia -no menos sanamente que tú a mí- soy yo por varias razones: por tu gran generosidad, por tus elogios, que se ve que son sinceros y que me llenan de ganas de seguir batiendo el cobre, o revolviendo el caldero; por lo bien que escribes en español -creo que también en inglés-; y por tener esa hoy en día casi perdida capacidad de comunicarse con alguien que le agrada a uno por lo que sea, y en tan bien idioma y con tantas ganas de dar y de estimular. Muchísimas gracias por todo y algún día te citaré por la radio. Besos.