¡Ah, si nos besáramos más, qué bien andaríamos todos! Con menos estrés, con más alegría, sin problemas de baja presión.
Hace muchos años la gente, quiero decir los hombres y las mujeres no se besaban así, a pública subasta, como quien dice.
Luego, de pronto, surgió una corriente con características aluvionales de personas de toda edad, sexo y condición dándose besos de tornillo por doquier.
Después hubo un bajón y en estos días se retoma la costumbre. Vuelven a surgir los besos. Y salen, por así decirlo, en los medios; y, naturalmente… ¡en Internet!
Aprovechemos este “revival” de los besos en plazas, calles, jardines, bulevares e incluso manifestaciones. (Ver notas relacionadas)
Y recordemos que, como dijo Roberto Galán, ¡hay que besarse más!
© J. L. A. F.
Notas relacionadas:
Los besos que conmovieron al mundo
Del autor:
Besos y glóbulos
Hace muchos años la gente, quiero decir los hombres y las mujeres no se besaban así, a pública subasta, como quien dice.
Luego, de pronto, surgió una corriente con características aluvionales de personas de toda edad, sexo y condición dándose besos de tornillo por doquier.
Después hubo un bajón y en estos días se retoma la costumbre. Vuelven a surgir los besos. Y salen, por así decirlo, en los medios; y, naturalmente… ¡en Internet!
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Y recordemos que, como dijo Roberto Galán, ¡hay que besarse más!
© J. L. A. F.
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