lunes, 6 de junio de 2011

El misterio es cuestión de gases

Para el diario La Voz del Interior de la provincia argentina de Córdoba, “(…) el misterio del Triángulo de las Bermudas es una cuestión de gases”
Ya nadie habla del Triángulo de las Bermudas. Hace mucho tiempo que no es noticia, de lo cual hay que alegrarse, porque cada vez que lo fue se trató de una tragedia..
Parece ser –no aseguremos nada todavía…- que el enigmático triángulo se ha llamado a capítulo y la desaparición de barcos y aviones en esa zona –cuya localización se da en la nota relacionada-, se debió a causas fortuitas que nada tuvieron que ver con enigmas tales como operaciones de extraterrestres, liberación de poderosa energía oculta y otras actividades más o menos encubiertas o misteriosas, si no esotéricas.
Nosotros habíamos hablado ya en 2009 de esto en nuestro blog, después de encontrar en Madrid el libro del gran “debunker” estadounidense Lawrence Larry Kuscher, que asevera categóricamente que el misterio del Triángulo de las Bermudas no es misterio ni es nada. Lo leimos enseguida e informamos al respecto a Radio Continental de Buenos Aires, para la que trabajábamos entonces.
Muchos años antes, Alejandro Vignati, gran amigo, investigador de fenómenos paranormales, había publicado “El triángulo mortal de las Bermudas”. Se lo dedicó a Eduardo Azcuy y a mí... "perdidos en la noche”.
De ese libro no se habla en la nota relacionada, que en cambio descalifica el “Triángulo de las Bermudas” de Charles Berlitz, un “best seller” que metió mucho ruido allá por los años 70.
Hemos volado varias veces en aviones pequeños sobre el Triángulo de las Bermudas. El piloto decía siempre antes de llegar, sonriendo: “¡Vamos a entrar en el Triángulo de las Bermudas!”. Pero se le notaba cierto nerviosismo.
Todo será cuestión de gases de metano, de burbujas o de lo que se quiera, pero es un lugar que no se parece a ningún otro de la zona. Ni siquiera el mar es lo mismo, ni tiene el mismo color.
La sensación que yo experimenté siempre fue similar al clima que se describe con tanta precisión en la vieja película “Krakatoa” (1969), con Maximilian Shell, Diane Baker y Brian Keith, antes de que entre en erupción el volcán y sobrevenga el maremoto.
Ante los fenómenos que desata la naturaleza hoy en día y las cosas que pasan, no tiene nada de particular que al Triángulo de las Bermudas se le relacione ahora con cosas tan inocentes y tan bonitas como pompas, o burbujas, o con alguna de más feo olor, como el gas metano.

© José Luis Alvarez Fermosel

Notas relacionadas:
El triángulo de las Bermudas: un final con burbujas

Del autor:
“Debunkers” y triángulos

No hay comentarios: