La playa se ha quedado desierta: sin bañistas, sin un solo fotógrafo; sin el bañero, que está casi de color chocolate de puro quemado por el sol; sin la viejecita que vende botellas de cerveza y gaseosa que lleva dentro de un cubo de plástico verde con hielo.
Ningún niño se dejó olvidada su pelota de colores. Subió la marea y las olas disolvieron en un instante el único castillo de arena que quedaba en pie.
Todos los nadadores vespertinos se marcharon hace tiempo. Sólo quedan en la playa unos cuantos papeles manchados de grasa, que la brisa hace rodar por la arena; algas, un tarro vacío de crema contra las quemaduras del sol; una revista, desde cuya portada en color sonríe la modelo colombiana Carolina Méndez.
Las notas de una melodía vienen desde el Club Náutico rodando por la brisa: “Someone to watch over me”. Canta Rod Stewart. A la derecha parpadean unas luces de neón azules, cegadoras.
Hay un chiringuito pequeño en el centro de la playa. Botellas, latas de conservas. Junto a una tosca mesa de madera de pino dormita un perro de aguas.
La vela de un balandro, una vela latina a lo lejos...: junto al mar latino te diré mi verdad...-.
- ¿Tu verdad, ¿cuántas veces has dicho tu verdad en una playa?
- En esta playa, aquí mismo, en Benidorm, ella me dijo…
- ¿Ella te dijo…? ¡Tú le dijiste!
- Pero ella…
- ¿Me vas a venir con una cancioncita, otra vez, con los recuerdos, con la nostalgia?
- No, simplemente me estaba acordando de aquella otra noche, en Veracruz...
- La canción se titulaba “Noches de Veracruz”
- “Noche tropical,/cielo de tisú,/noche que se derrama sobre la arena,/mientras la playa canta su inútil pena…”
- Creo recordar que en San Juan de Luz ronroneaba un acordeón, en un bistró lejano.
- Me parece que era un disco –como decíamos entonces- que había puesto alguien en una vieja victrola. Una canción de Rina Ketty: “J’attendrai”. “J’ attendrai le jour et la nuit,/ j’attendrai toujours ton retour,/ játtendrai car l’ oiseau qui s’enfuit/ vient chercher l’oubli dans son nid…”
- Ella te esperó en vano, porque no volviste
- Uno se pasa la vida yendo y viniendo de aquí para allí, siempre con prisas, y a veces llega tarde, o no llega nunca adonde le esperan. Otras veces es otra persona, a la que uno espera, la que no llega jamás. Es la vida.
- Muy simplista, por no decir adocenado y, sobre todo, muy acomodaticio. Eso ni siquiera tiene música.
- Tal vez así: la de aquella canción que dice: "¿Por qué te fuiste, y me dejaste, aquélla noche…?"
- Pero estábamos hablando de no volver, no de irse.
- Entonces recurramos a Chavela Vargas y a uno de sus “hits”: “¡Volver, volver, volver…!
- ¿Vas a encontrarle siempre música de fondo a tus ausencias, a tus defecciones?
- No me creas tan cínico. Es que la música despierta la nostalgia. Y uno se aferra a sus recuerdos porque, después de todo, es casi lo único que le va quedando.
Ningún niño se dejó olvidada su pelota de colores. Subió la marea y las olas disolvieron en un instante el único castillo de arena que quedaba en pie.
Todos los nadadores vespertinos se marcharon hace tiempo. Sólo quedan en la playa unos cuantos papeles manchados de grasa, que la brisa hace rodar por la arena; algas, un tarro vacío de crema contra las quemaduras del sol; una revista, desde cuya portada en color sonríe la modelo colombiana Carolina Méndez.
Las notas de una melodía vienen desde el Club Náutico rodando por la brisa: “Someone to watch over me”. Canta Rod Stewart. A la derecha parpadean unas luces de neón azules, cegadoras.
Hay un chiringuito pequeño en el centro de la playa. Botellas, latas de conservas. Junto a una tosca mesa de madera de pino dormita un perro de aguas.
La vela de un balandro, una vela latina a lo lejos...: junto al mar latino te diré mi verdad...-.
- ¿Tu verdad, ¿cuántas veces has dicho tu verdad en una playa?
- En esta playa, aquí mismo, en Benidorm, ella me dijo…
- ¿Ella te dijo…? ¡Tú le dijiste!
- Pero ella…
- ¿Me vas a venir con una cancioncita, otra vez, con los recuerdos, con la nostalgia?
- No, simplemente me estaba acordando de aquella otra noche, en Veracruz...
- La canción se titulaba “Noches de Veracruz”
- “Noche tropical,/cielo de tisú,/noche que se derrama sobre la arena,/mientras la playa canta su inútil pena…”
- Creo recordar que en San Juan de Luz ronroneaba un acordeón, en un bistró lejano.
- Me parece que era un disco –como decíamos entonces- que había puesto alguien en una vieja victrola. Una canción de Rina Ketty: “J’attendrai”. “J’ attendrai le jour et la nuit,/ j’attendrai toujours ton retour,/ játtendrai car l’ oiseau qui s’enfuit/ vient chercher l’oubli dans son nid…”
- Ella te esperó en vano, porque no volviste
- Uno se pasa la vida yendo y viniendo de aquí para allí, siempre con prisas, y a veces llega tarde, o no llega nunca adonde le esperan. Otras veces es otra persona, a la que uno espera, la que no llega jamás. Es la vida.
- Muy simplista, por no decir adocenado y, sobre todo, muy acomodaticio. Eso ni siquiera tiene música.
- Tal vez así: la de aquella canción que dice: "¿Por qué te fuiste, y me dejaste, aquélla noche…?"
- Pero estábamos hablando de no volver, no de irse.
- Entonces recurramos a Chavela Vargas y a uno de sus “hits”: “¡Volver, volver, volver…!
- ¿Vas a encontrarle siempre música de fondo a tus ausencias, a tus defecciones?
- No me creas tan cínico. Es que la música despierta la nostalgia. Y uno se aferra a sus recuerdos porque, después de todo, es casi lo único que le va quedando.
© José Luis Alvarez Fermosel
4 comentarios:
Siempre la música despierta las nostalgias...se recuerda el amor que no fue, la felicidad que hubiera sido, la pasión que se sintió y el dolor del olvido.
Susy: ¡Qué mirada larga tienes para ver en las profundidades del espíritu! Si buceas esa mirada larga te será muy útil para descubrir cosas maravillosas en el fondo del mar. Pero sin más sofisticaciones, he de decirte que escribes muy bien y que te agradezco mucho tus elogios. Cariños.
¡Bien! ¡Más música y más recuerdos! Vale, compatriota. Clelia (nací en Madrid y vivo en Ronda)
¡Qué ciudad, Ronda! No te asomes mucho al tajo. Gracias por tus líneas, compatriota y paisana. Venga.
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