Primero fue una cárcel, después un museo y ahora, aunque temporalmente, un hotel de Vigo -una de las cuatro provincias de Galicia-, de donde salían los barcos con gallegos emigrantes con rumbo a Buenos Aires.
Así nos lo informa Antonino García en el diario El Mundo de Madrid, en la nota relacionada.
¿Se mezclarán, a la hora bruja de la medianoche, los fantasmas de los reclusos con los de los pintores en las celdas, convertidas primero en museo y después en habitaciones de hotel? No sería un buen “réclame” para la empresa hotelera. O tal vez sí.
Otra curiosidad, no menos destacable: dos gallegos se han puesto de acuerdo; entre ellos y, para colmo, también con un japonés.
“Cosas vederes…”.
© J. L. A. F. Así nos lo informa Antonino García en el diario El Mundo de Madrid, en la nota relacionada.
¿Se mezclarán, a la hora bruja de la medianoche, los fantasmas de los reclusos con los de los pintores en las celdas, convertidas primero en museo y después en habitaciones de hotel? No sería un buen “réclame” para la empresa hotelera. O tal vez sí.
Otra curiosidad, no menos destacable: dos gallegos se han puesto de acuerdo; entre ellos y, para colmo, también con un japonés.
“Cosas vederes…”.
Nota relacionada:
Dormir en un museo por 200 euros
No hay comentarios:
Publicar un comentario