domingo, 5 de agosto de 2012

Roger Poynings detective


Un novelista termina de escribir una novela, y, contentísimo, se dispone a tomarse unas vacaciones… que no le proporcionarán descanso alguno, sino misterios reales, en tanta cantidad y de tal naturaleza que superarán los planteados por él en su novela.
A partir de la misteriosa muerte de una mujer, se suceden los enigmas, cada vez más abstrusos.
Alguien ha robado las trompetas de los ángeles de la glesia. La hija del vicario ha visto brujas volando en la noche.
¿Qué fuerza meléfica hay detrás de todo eso? ¿Es humana o sobrehumana? ¿La despliega una hechicera, un espíritu o el mismo diablo?
El protagonista, Roger Poynings, está a punto de perder la razón.

Horror y humor

El caso de las trompetas celestiales es una apasionante novela en la que su autor se las ha arreglado a las mil maravillas para conciliar el horror con el humor, con una maestría narrativa y una agilidad que no permiten saltarse una línea ni leer la novela por etapas.
Esta obra del escritor inglés Michael Burt, elogiado por el Times de Londres y consagrado por el Manchester Guardian como “un maestro del horror”, pertenece a la serie de Roger Poynings, que se completa con El caso de la joven alocada y El caso del jesuita risueño, inspirado éste último, según ciertos críticos, en las andanzas del padre Brown de Chesterton, del que Burt era un ávido lector.
La novela, muy bien traducida -¡cosa rara!- por Lucrecia Moreno de Sáenz, está editada por Emecé y tiene 335 páginas. En el ejemplar que yo tengo no figuran otros datos.

© José Luis Alvarez Fermosel

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