Una profesora que da clases de literatura española en la universidad estadounidense de Georgetown aseguró a la agencia española de noticias EFE que Cristóbal Colón fue judío y hablaba catalán. Se basa en la presencia de la vírgula en la escritura de Colón.
La profesora –catedrática, en realidad- es Estelle Irizarri, condecorada por el gobierno español, no por decir que Colón era judío y hablaba catalán, naturalmente, aunque muy bien podría tener razón.
Lo de judío y catalán, que se ha repetido hasta el cansancio, ¿no tendrá una connotación peyorativa, discriminatoria? Porque ya sabemos cómo las gastamos los españoles, que nos damos duro y parejo entre nosotros mismos.
Al Almirante se le atribuyeron –en España también, que es lo que llama la atención- y siguen atribuyéndosele varias nacionalidades menos la española, a ver si al cabo de los siglos puede hacerse tambalear el andamiaje de la historia, y quitarle un poco de mérito a la gesta española del descubrimiento de América.
Por decir cosas de Colón hasta se dijo que era un espía portugués.
¿Y qué? ¿En nombre de quién se lanzó a la mar en esas tres cáscaras de nuez: Santa María, Pinta y Niña? ¿Quién financió el viaje? ¿A quién le ofreció las tierras descubiertas?
Y si Colón hubiera sido realmente judío y su primera lengua la catalana, ¿en qué cambiaría eso la historia?
A más de cinco siglos se sigue investigando a Colón, a ver si sale algún trapo verdaderamente sucio. Es que Colón no gusta, no nos engañemos; no nos ha gustado ni siquiera a los españoles.
Se insistió machaconamente en que sus orígenes fueron humildes y que zascandileó de aquí para allí en la Europa de finales del siglo XV, secreteando como el espía que dicen que fue.
De buena fuente me dijeron el otro día que hay un grupo de historiadores que trata de averiguar por todos los medios si Cristóbal Colón era homosexual, porque acaban de surgir rumores en ese sentido.
¡Tánto estudio, tánto quemarse las pestañas…! Tánto extraer papelorios amarillos de vejez de los polvorientos archivos del cronicón, husmear en códices antiquísimos, traducir, conjeturar, aventurar, deducir. Una vírgula por aquí, otra vírgula por allí...
A Jacinto Benavente le pateaban una obra en un céntrico teatro de Madrid. La sala se venía abajo, tanto y con tanta fuerza pataleaba el “respetable público”.
El incomparable don Jacinto –laureado con el premio Nobel de literatura en 1922- asistía impertérrito al pateo entre bastidores, con su infaltable habano y su amigo, el también escritor (peruano, radicado en Madrid) Felipe Sassone a su vera.
En un momento dado, el autor de Los intereses creados dejó el puro y le dijo suavemente a Sassone, refiriéndose al “respetable”: ¡Pobres, cuánto trabajan! Toda esa energía aplicada al Plan Nacional de Carreteras…
Si los científicos trabajaran tanto como los estudiosos de Colón ya se habría descubierto el remedio contra el cáncer.
La profesora –catedrática, en realidad- es Estelle Irizarri, condecorada por el gobierno español, no por decir que Colón era judío y hablaba catalán, naturalmente, aunque muy bien podría tener razón.
Lo de judío y catalán, que se ha repetido hasta el cansancio, ¿no tendrá una connotación peyorativa, discriminatoria? Porque ya sabemos cómo las gastamos los españoles, que nos damos duro y parejo entre nosotros mismos.
Al Almirante se le atribuyeron –en España también, que es lo que llama la atención- y siguen atribuyéndosele varias nacionalidades menos la española, a ver si al cabo de los siglos puede hacerse tambalear el andamiaje de la historia, y quitarle un poco de mérito a la gesta española del descubrimiento de América.
Por decir cosas de Colón hasta se dijo que era un espía portugués.
¿Y qué? ¿En nombre de quién se lanzó a la mar en esas tres cáscaras de nuez: Santa María, Pinta y Niña? ¿Quién financió el viaje? ¿A quién le ofreció las tierras descubiertas?
Y si Colón hubiera sido realmente judío y su primera lengua la catalana, ¿en qué cambiaría eso la historia?
A más de cinco siglos se sigue investigando a Colón, a ver si sale algún trapo verdaderamente sucio. Es que Colón no gusta, no nos engañemos; no nos ha gustado ni siquiera a los españoles.
Se insistió machaconamente en que sus orígenes fueron humildes y que zascandileó de aquí para allí en la Europa de finales del siglo XV, secreteando como el espía que dicen que fue.
De buena fuente me dijeron el otro día que hay un grupo de historiadores que trata de averiguar por todos los medios si Cristóbal Colón era homosexual, porque acaban de surgir rumores en ese sentido.
¡Tánto estudio, tánto quemarse las pestañas…! Tánto extraer papelorios amarillos de vejez de los polvorientos archivos del cronicón, husmear en códices antiquísimos, traducir, conjeturar, aventurar, deducir. Una vírgula por aquí, otra vírgula por allí...
A Jacinto Benavente le pateaban una obra en un céntrico teatro de Madrid. La sala se venía abajo, tanto y con tanta fuerza pataleaba el “respetable público”.
El incomparable don Jacinto –laureado con el premio Nobel de literatura en 1922- asistía impertérrito al pateo entre bastidores, con su infaltable habano y su amigo, el también escritor (peruano, radicado en Madrid) Felipe Sassone a su vera.
En un momento dado, el autor de Los intereses creados dejó el puro y le dijo suavemente a Sassone, refiriéndose al “respetable”: ¡Pobres, cuánto trabajan! Toda esa energía aplicada al Plan Nacional de Carreteras…
Si los científicos trabajaran tanto como los estudiosos de Colón ya se habría descubierto el remedio contra el cáncer.
© José Luis Alvarez Fermosel
6 comentarios:
Tiene razón, Caballero: ya no saben qué decir ni qué inventarse de Colón. El caso es, "revolver el caldero", como decía ud. en la radio. América no se puede desescubrir y que la vuelvan a descubrir los búlgaros, por ejemplo. Su blog me gusta mucho y lo recibo siempre porque estoy suscripto. Un abrazo. Ferny.
Estoy de acuerdo con Ferny. Pero, además, me gustaría saber qué le suma o quita a Colón, en su hazaña, todo lo que le quieran poner o sacar como persona. Aunque lo descalifiquen, que descubrió América, la descubrió. Saludos. Irene.
¡La vírgula de Colón...! Cómo me ha hecho reír con ese título y lo que sigue. ¡Es ud. único, Caballero! Lo leo siempre, soy un gran admirador suyo. Me gustaba escucharlo por radio, donde unas veces me emocionaba y muchas me hacía reír. Un gran abrazo. Roberto.
Muchas gracias por tu mensaje, Ferny. Tienes razón, lo hecho hecho está. Me alegra que te guste mi blog. Un abrazo.
Irene: Es verdad lo que dices, pero ve tú a decírselo a los que piensan otra cosa y están convencidos. En fin, cada uno con sus ideas. Muchas gracias por escribir y un abrazo.
¡Oh, la vírgula, las vírgulas...! A veces las pequeñas causas originan grandes efectos. Por la vírgula ya sabemos que Colón era judío y hablaba catalán. La historia de Colón seguirá como una telenovela. Muchas gracias por tus elogios tan cálidos y un abrazo.
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