miércoles, 3 de octubre de 2007

Ladrón de guante blanco

Raffles, quizás el ladrón más famoso de las historias de policías y ladrones, fue una creación del escritor inglés Ernest William Hornung (1866/1921).
Sus hazañas –en realidad habría que decir sus fechorías, pero ya se sabe que la literatura es benévola con los bandidos románticos- están recogidas en cuatro libros de relatos: Ladrón de guante blanco (1899), La máscara negra (1901), Un ladrón en la noche (1905) y El justiciero Raffles (1909).
Hornung estaba casado con una hermana de Arthur Conan Doyle. Al parecer, recreó a Sherlock Holmes y al doctor Watson en el lado opuesto de la ley en los personajes de Raffles y Bunny, quienes robaban con una lógica tan aristotélica como la de Holmes, cuyo padre literario dijo en su autobiografía: “Creo que hay muy pocos relatos escritos en un lenguaje coloquial tan brillantes como los de Raffles y su cómplice Bunny Manders”.
Raffles, al igual que su émulo francés Arsène Lupin, es un “gentleman cambrioleur”, elegante, excelente jugador de críquet, que vive en el Albany: un complejo de apartamentos próximo a Picadilly Circus, residencia favorita de personajes muy consustanciados con las letras y las artes y de solteros ricos.
Hornung desarrolla en poco más de dos años la saga de su héroe, que coexiste con el Jubileo de Diamantes de la reina Victoria, celebrado en 1897, y termina después de la llamada Guerra Bóer: el conflicto entre Gran Bretaña y las dos repúblicas del Transval y el Estado Libre de Orange.

En colaboración con Eugene W. Presbrey, Ernest William Hornung escribió dos obras de teatro: Raffles, el salteador amateur y Una visita de Raffles que tuvieron un moderado éxito.
Los relatos de Hornung son ajustadas sátiras de los modos y la moral del último tramo de la era victoriana, destaca Alberto Laurent. Harold Bloom señala que
"cuando leemos estas historias gozamos el regusto de lo ilícito y el secreto deseo de mantener la respetabilidad, lo cual convierte a Raffles en el último héroe victoriano y el primer antihéroe moderno: empresario, caballero y ladrón”.
De Raffles se ocuparon escritores como George Orwell –el inventor de Gran Hermano- en su ensayo Raffles and Miss Blandish (1), publicado en la revista Horizon (1944), con el seudónimo de Eric Blair y, posteriormente, Fereydum Hoveyda en su Historia de la novela policíaca (Editorial Alianza, Madrid).
El Daily Telegraph dijo que
“Raffles debe ser considerado como una de las figuras míticas más poderosas de la literatura popular”.
El Santo (Simon Templar) de Leslie Charteris siguió los pasos de Raffles en la década del 20. El personaje, al igual que Raffles, fue llevado al cine y la televisión encarnado por Roger Moore.
John Barrymore –que filmó tantas películas con Greta Garbo en los años 30- fue el actor que personificó mejor al distinguido “sportman”, frecuentador de salones elegantes y amigo de lo ajeno creado por Hornung, uno de cuyos antecesores fue Dick Turpin, aunque éste podría ser calificado de bandido generoso de los que robaba a los ricos para socorrer a los pobres quedándose, claro, con una comisión por sus servicios. La generosidad de Raffles se limita a compartir su botín con su compañero de universidad y factotum, el fiel Bunny.
El ejemplar aquí presentado de El ladrón de guante blanco, el primer tomo de relatos de las andanzas de Raffles, es de Ediciones Abraxas, Serie Aventuras (Barcelona, España), tiene 188 páginas y cuesta $ 20.

(1) El secreto de Miss Blandish es una novela escrita en 1938 por el autor inglés René Raymond, que utilizó el seudónico de James Hadley Chase y ambientó la mayoría de sus narraciones en los Estados Unidos, país que no conocía pero sobre el que se documentaba con mapas y diccionarios de la jerga del hampa norteamericana. Escribió cerca de cien novelas, algunas de las cuales fueron adaptadas al cine.



© José Luis Alvarez Fermosel




6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimadísimo Fermosel: ¡Qué buen trabajo este! Bueno por cómo está escrito y buenísimo por la posibilidad que le da a uno de saber y aprender cosas que uno no sabía. Muchísimas gracias y lo felicito estusiasticamente por su blog. Jaime (Mar del Plata)

Anónimo dijo...

Me alegro mucho, amigo Jaime, de que te haya gustado mi trabajo sobre el caballeresco bribón Raffles, tan poco aireado por los..."expertos" en cuentos de policías y ladrones. Soy yo el agradecido. Tu felicitación me servirá de estímulo para afilar más la pluma y aguzar más el ingenio.

Anónimo dijo...

Caballero Español yo también querría unirme a la felicitación. Soy amante de los ladrones de guante blanco y ha sido una grata sospresa descubrir las aventuras de este Raffles. Espero poder leerlas pronto. Un saludo.

Anónimo dijo...

Gracias, Juan, por tu felicitación.Me alegro mucho de que por mi intermedio hayas... "conocido" a Raffles. Cuando leas sus aventuras, vuelve a escribirme y dime qué te parecieron. Un saludo cordial.

Anónimo dijo...

Hola amigo. Gran trabajo el suyo. Yo tengo 38 anos y desde que era un nino soy fanatico del personaje Raffles, al cual descubri al leer un relato en Novelas Inmortales(la desaparecida serie de Historietas en Mexico) Raffles me trae muchos recuerdos agradables.. Es sin duda una joya literaria..

Caballero Español dijo...

Herr Heinz: ¡Qué increíble que una persona tan joven haya leído a Raffles, le haya gustado y lo recuerde! Imagino, entonces, que también habrás leído a Poe, Doyle, Wallace, Chesterton... De cualquier manera, agradezco mucho tu mensaje y tu elogio y te mando un saludo muy cordial.