Existe una ignorancia simple que precede al conocimiento, y una ignorancia ilustrada que el conocimiento fomenta a medida que disipa la primera. (Montaigne)
En lo que podría considerarse como un parte, o un boletín, consignamos las contribuciones de gente profesional y supuestamente instruída, si no culta, a la corrupción del castellano. Se escucharon en las últimas horas en la televisión y se leyeron en la prensa.
El analista político –o quizá debiera decirse, con cierto énfasis, el… politólogo-, dijo sustantivo por sustancial.
Según el diccionario de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos –yo no uso el de la Real Academia Española- sustantivo es una palabra (o sintagma) capaz de funcionar como núcleo del sujeto, o nombre común que difiere del nombre propio. Y sustancial es esencial o más importante.
El político –muy conocido, resistimos a duras penas la tentación de dar a conocer su nombre- dijo comisería en vez de comisaría. Lo había dicho tiempo atrás, entrevistado en un programa de radio en el que yo trabajaba. Lo dice siempre.
Alguien habló de que está construyéndose una zanja, en lugar de está excavándose. Es común decir túneles subterráneos, como si los hubiera aéreos.
En uno de esos raros diarios que no salen todos los días leímos un artículo publicado en la sección de cultura, para mayor inri, en el que se decía zótano por sótano.
Ultimo pero no menor: un juez dijo censoristas por censores. ¡Señoría…!
Habrá más información para otro boletín.
© José Luis Alvarez Fermosel
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