domingo, 11 de noviembre de 2007

Idioma en encrucijada

Los eruditos a la violeta, en su obsesión por parecer modernos e innovadores, y en el fondo porque son muy ignorantes, dicen y escriben -no se rasguen ustedes las vestiduras, que están muy caras-, cosas como estas:
Profesionista por profesional, desaparecimiento por desaparición, liderato por liderazgo, utensillo por utensilio, mantención por mantenimiento (de edificios) o manutención, evolutibilidad por evolución, ductibilidad por ductilidad, dramaticismo por dramatismo, controversial por controvertido, referencial por referido o referente, ante­cedencia por antecedente, individuación por individualidad, dobladillar por hacer un dobladillo, esguinzar por producirse un esguince, tipicidad por tipismo, inversalmente por inversamente, efusivo por efervescente, repitencia por repetición, aspectado por presentado o por presentar tal o cual aspecto, prepotencialidad por prepotencia, perduración por per­durabilidad...
También dicen y escriben accesar por acceder, predominancia por predominio, supremancia por supremacía, conectividad por conexión, procesionar por marchar en procesión, espacialidad por espacio, medicalizar por medicar, hidalguismo por hidalguía, derrocación por derrocamiento, selectar por seleccionar, prevencional por preventivo, convivenciar por convivir, explosivista por experto en explosivos o artificiero, polvoso por polvoriento, en olor de multitudes por en loor de multitudes, a punta de pistola en vez de pistola en mano, llevarse a engaño por llamarse a engaño, ocupar un rol por desempeñar un papel, atrás mío por detrás de mí.
Hay más, hay mucho más, pero vamos a dar, y a darnos un respiro, que por hoy ya está bien.
Lo malo es que la Real Academia Española, cada vez más permisiva con los esnobs, otorga enseguida patente de corso a estas y otras… “innovaciones” y dilata la aceptación de modismos latinoamericanos muy expresivos y graciosos, expresiones igualmente válidas del lenguaje popular y neologismos procedentes de la tecnología.
De cualquier manera, habría que hacer algo a fin de evitar la introducción de tantas palabras mal dichas y tantas cursilerías en nuestro puro, cristalino, rico, sonoro y expresivo –no nos cansaremos de repetirlo- idioma español, que hablan más de 400 millones de personas en todo el mundo.
Bueno sería promover reuniones con maestros y gramáticos y que de ellas surgieran conclusiones interesantes, reincorporar a los correctores de estilo en los medios informativos, ser un poco más estrictos en la selección de los… “conductores” de radio y televisión, que no sean todos modelos y muchachos amigos de los gerentes o de los pomposamente llamados… “directores de contenidos”; crear más talleres de idiomas, fomentar la lectura, que la gramática sea una asignatura presente en todas las carreras, cursos, reválidas, perfeccionamientos de posgrado y se le dé la importancia que tiene.
Porque el idioma español está en una encrucijada.


© José Luis Alvarez Fermosel

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Fermosel: yo no soy de lo mejor cuando hablo. Cometo mis faltas. Pero es espantoso escuchar y leer a los chicos de hoy. Tal vez sea porque no tienen ejemplos y los que enseñan (algunos, no todos) pertenecen a una generación no muy mayor que ellos. Mis hijos van a la secundaria y puedo asegurarle que hablan y escriben con unos errores muy serios. Estoy de acuerdo en lo que dice. Santiago (desde Pcia. de Córdoba)

Anónimo dijo...

Amigo Santiago: lo que dices en tu comentario que agradezco mucho es rigurosamente cierto. Por unas razones o por otras cada día hablamos y escribimos peor. Lo que no tiene excusa ni pretexto son las ínfulas y la prepotencia de los que no sabiendo se creen que lo saben todo. Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Es muy cierto todo, todo, todo lo que está diciendo, José Luis. Le pregunto a ud. que es un experto: ¿se podrá revertir alguna vez o irá todo para peor? Le mando muchos cariños en nombre de toda mi familia.¡Las veces que lo escuché por radio! No podemos olvidarlo. Muchos besos. Alicia (Hurlingham)

Anónimo dijo...

Alicia: Lo que tu dijiste que es muy gentil y muy grato para mí, salió como si lo hubiera dicho yo.El servidor -no mi mayordomo inglés- sino el servidor de Google -que es chino- me informó que este "quid pro quo" cibernético se debió a un error del sistema. Así que lo que tú dijiste, lo dijiste tú y yo digo ahora lo que no dije. Como verás, contribuyo magníficamente a la confusión general.De presunto experto en idiomas me he convertido en uno más de quienes los revientan. Tal vez algún día me vuelvas a escuchar por la radio. Ojalá que sea así. Muchas gracias por tu comentario y tus elogios. Cariños.

Anónimo dijo...

Querido Caballero Español: Le escribo de nuevo para decirle que yo me llamo Alicia Funes y vivo en Hurlingham. Efectivamente, afirmo que quien le envió el e-mail (13/11/07 a las 19.28) que ud. fue tan gentil de contestar fui yo. Los errores del sistema son muy conocidos. Y lo bueno es no darle tanta importancia porque la gente que estamos acostumbradas a trabajar con él, sabemos que son cosas que suelen pasar. La verdadera maravilla fue su respuesta y lo que no acepto es que ud. no crea que es un experto en idiomas. Lo es y muchísimo. Yo lo firmo y lo afirmo. Le mando muchísimos recuerdos y cariños. Alicia

Anónimo dijo...

Gracias por tu nuevo mensaje. Tuve que viajar de urgencia a Madrid por un problema familiar. De ahí mi retraso en contestarte. Afectuosos saludos.