jueves, 4 de marzo de 2010

Chile en la encrucijada

Mientras se alarga la lista de muertos en el terremoto que asoló parte de Chile el 27 de febrero de 2010, que en el momento de escribir registra más de 800, se cruzan polémicas y acusaciones entre medios informativos y la opinión pública y el gobierno chileno, que se centran en la supuesta falta de prevención oficial y los también presuntos fallos en el desarrollo de planes y sistemas antisísmicos.
Esto pasa casi siempre y nunca se llega a nada positivo, en nuestra humilde opinión. Se buscan culpas y culpables que a lo mejor no lo son, o sí, pero lo que pasó, pasó y ya no hay manera de dar marcha atrás.
El caso es que el noble pueblo chileno está sumido en la desolación y el dolor, con su hermoso país gravemente dañado por el peor movimiento telúrico de la historia de la humanidad, en la opinión de los expertos.
Se suceden a diario las réplicas y ésto mantiene en vilo a un pueblo por el que siempre hemos sentido admiración, respeto y cariño y que, desde luego, no mereció la brutal embestida de una naturaleza salida de madre, en el complejo y desquiciado mundo del tercer milenio.
Ojalá que la reconstrucción del territorio chileno destrozado y martirizado, que ya se dice que durará al menos cuatro años, se adelante y sea eficaz, y si es verdad que se han cometido errores e imprevisiones, que ni unos ni otros se repitan.
El escritor chileno Antonio Skármeta (foto) se refiere a determinadas consecuencias del cataclismo en una nota que lleva por título ”La naturaleza tiene caprichos que los hombres no dominamos”, publicada en la revista de cultura Ñ del diario Clarín de Buenos Aires.


© José Luis Alvarez Fermosel
Nota relacionada:

La naturaleza tiene caprichos que los hombres no dominamos.
http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2010/03/01/_-02150332.htm

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