domingo, 14 de marzo de 2010

¡Cuidado con los Idus de marzo!

Durante los Idus de marzo cayó Julio César, muerto a puñaladas al pie de la estatua de Pompeyo, levantada en el Senado. Había llegado, de triunfo en triunfo, a hacerse amo y señor del mundo mediterráneo, cosa que no podía perdonársele. Fue víctima de una conspiración inicua encabezada por Tulio Címber y Casca, en la que participó Bruto, ahijado de César. Sabida es la frase de César, dirigida a Bruto, “Tu quoque, fili?”, y la respuesta del desnaturalizado: “Sic semper, tyrannis”.
En el calendario romano, los Idus caían en el 15 del mes Martius (marzo), que correspondería al 14 de marzo actual. ¿Qué eran los Idus? Los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre y el 13 del resto de los meses. Esos eran días de buenos augurios, en los que nada de malo podía ocurrir. No así en otros.
Julio César fue asesinado en un día maléfico de los Idus de marzo del año 44 antes de Cristo. Según el escritor griego Plutarco
–autor del libro Vidas paralelas, tan citado por los políticos desde tiempo inmemorial-, César había sido advertido del peligro, pero hizo oídos sordos a la admonición.
El día de su muerte, cuando se encaminaba al Senado, llamó a un vidente que le había avisado del grave peligro que le amenazaba y le dijo, riéndose:
- Ya llegaron los Idus de marzo.
- Sí, pero todavía no se fueron
-le respondió el vidente.
Aunque el calendario romano fue reemplazado por el moderno alrededor del siglo III, la mención a los Idus de marzo siguió haciéndose coloquialmente durante los siglos siguientes, implicita la referencia a la muerte de César. Precisamente en su obra Julio César, editada en 1599, William Shakespeare
clamaba: ¡Guárdate de los Idus de Marzo!
© José Luis Alvarez Fermosel

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