sábado, 13 de noviembre de 2010

Lenguas de gato

Después de haberse ocupado uno durante tantos años de los grandes temas nacionales, y aun de los internacionales, gusta de cultivar la minucia, la nadería: hablar de nimiedades, de cosas en apariencia poco, o nada importantes, rarezas, si se quiere, pero bellas en su esencia, distante de la vulgaridad.
También se divierte uno -ahí está la madre del cordero- recogiendo en su bitácora temas similares de otros plumíferos, quienes acometen, con la sonrisa en los labios, los mismos emprendimientos, calificados de fútiles, por los que nos critican.
¿Nos critican? Pues muy bien, si nos “quitrican”, que nos “quitriquen”, “pa” lo que nos “potregen”…, que decía el gitano.
J. de Jorge nos revela en el diario ABC de Madrid el secreto de la lengua de los gatos, que se basa nada menos que en la física.
No ha de ser tan intrascendente este asunto, cuando de él se ha ocupado el Departamento de Ingeniería Civil y Ambiente del Instituto de Tecnología de Massachussetts, Estados Unidos.
En otro orden, hay unos chocolates alargados, muy ricos, que se llaman lenguas de gato. Los recomiendo con entusiasmo.
A ver si me van a decir también que el chocolate es una fruslería.


© J. L. A. F.

No hay comentarios: