La prestigiosa escritora argentina Ana María Shúa contó una vez el siguiente chiste en un programa de televisión en el que estábamos siendo entrevistados los dos:
- ¿Sabéis cómo dicen por ahí fuera que ladra un perro argentino?
- No
- Esteeee… ¡guau!
La no menos prestigiosa escritora Angélica Gorodischer, también argentina, recuerda en un artículo titulado “Digamos vocabulario”, publicado en el diario Perfil de Buenos Aires, que las muletillas digamos y de alguna manera salpican, entre otras, casi todo lo que se dice hoy en día en la televisión.
Conductores de programas, columnistas, invitados, mujeres de gran belleza, con sonrisas preciosas, tiran esos pedruscos al camino, ¡qué pena!
En la radio pasa tres cuartos de lo mismo.
He aquí un texto tipo, con los ripios de rigor que se incrustan en nuestro hermoso lenguaje:
A ver las estadísticas revelan que esteee… las elecciones están como que muy polarizadas y esta circunstancia o sea no hará posible que tóos estén contestes en que esteee… pueda tenerse a ver una visión o sea muy clara en el contexto apriorístico el cual como que interesa siempre o sea a la hora de tener una esteee… idea anticipada mu clara de lo que puede pasar en las urnas.
A esto habría que añadirle el digamos y el de alguna manera a los que se refiere Angélica Gorodischer en su artículo.
Lo de mu (mu buenas tardes, mu bueno) se dice mucho en la televisión, también.
Un amigo mío sociólogo me ha dicho que estos latiguillos se repiten y se adoptan más que por un efecto dominó por considerarse que están de moda, que son “cool”. ¡Pero, hombre, si lo dicen en televisión!
Una de las últimas incorporaciones es el ¡a ver! entre frase y frase, tan utilizado por los políticos.
© José Luis Alvarez Fermosel
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