Saludo con alborozo la aparición de un nuevo diccionario -¡con lo que a mí me gustan los diccionarios!-.
Se trata del Diccionario Argentino de Dudas Idiomáticas (DADI), de la Academia Argentina de Letras, que se nutre del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD) de la Real Academia Española (RAE).
Lo que empaña mi alegría es que como la nueva obra sólo recoge las dudas comunes a toda la región lingüística, y prescinde de las que son exclusivas de otros países, no incluye la voz gilipollas, tan usada por los españoles, tan rotunda, tan eufónica, que es sinónimo de tonto o idiota.
El Diccionario Argentino de Dudas Idiomáticas, de quinientas páginas, incorpora cerca de trescientas dudas que se presentan con frecuencia en Latinoamérica acerca de la concordancia, los tiempos de los verbos, el uso correcto de locuciones adverbiales y preposiciones y el significado de determinadas voces.
Se pretende que consultando el nuevo diccionario no se diga más “hace dos meses atrás”, “tengo mucho hambre”, “bajo este punto de vista”, “cónyugue” y otra cosas por el estilo de las que se oyen tanto en la televisión.
Nos permitimos mostrarnos un poco pesimistas acerca de la corrección de esos errores. Quienes los cometen, principalmente personas que han cursado las enseñanzas primaria y secundaria, -muchas trabajan en medios informativos-, están convencidas no sólo de que no cometen errores, sino de que hablan perfectamente. Por eso casi nunca acuden al diccionario, sea el que sea.
De cualquier manera, ¡qué bien que contemos con un nuevo diccionario!
La noticia nos la trae María Paula Bandera, del diario Clarín de Buenos Aires.
© José Luis Alvarez Fermosel
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