lunes, 15 de febrero de 2010

Hammams

España, como se sabe, estuvo siete siglos bajo el dominio de los árabes (norteafricanos). De ahí que nos haya quedado a los españoles algo de esa raza, que dio entonces ingenios tan preclaros como Abentofail, Avicena, Averroes y otros.
Los árabes, que venían del desierto, hicieron en España un culto del agua y de los baños.
En Andalucía, en el sur, una de cuyas ocho provincias, Granada, estuvo bajo el dominio del último rey moro, Boabdil, hasta 1492, rumorea dulcemente el agua por doquier.
En las ardientes noches de verano, en la Granada de La Alhambra, la Córdoba –“lejana y sola…”- de La Mezquita, en la Sevilla de la Giralda se escucha siempre el rasguido de una guitarra y la canción cristalina del agua de alguna fuente que brota de la válvula, o la espita, sube un tanto y cae al cabo sobre el precioso líquido, que se torna de color verde esmeralda al estar remansado en el fondo de azulejos.
El gran escritor y periodista español Vicente Molina Foix escribe magníficamente, como es habitual en él, un informe especial sobre los últimos “hammans” o baños públicos de El Cairo. El excelente trabajo, publicado en el dominical del diario madrileño El País, está ilustrado por fotografías bellísimas del reportero gráfico francés Pascal Meunier. Una de ellas, que parece un cuadro de Delacroix, acompaña este post. Texto y fotos: un lujo imperdible.


© J. L. A. F.

Nota relacionada:

Los últimos “hammams” de El Cairo.
http://www.elpais.com/articulo/portada/ultimos/hammams/Cairo/elpepusoceps/20080309elpepspor_11/Tes

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