El gobierno español acaba de comprar por 510.000 dólares la casa que el director de cine Luis Buñuel habitó en México, donde vivió varios años y dirigió algunas de sus mejores películas.
La ministra de cultura de España, Angeles González Sinde, informó que la que fue vivienda de Buñuel, un bronco aragonés que en los últimos años de su vida adquirió la nacionalidad mexicana, se convertirá en un centro multidisciplinario de arte y cultura.
Para más detalles, leer la nota adjunta de Ñ, la revista cultural del diario La Nación de Buenos Aires.
Luis Buñuel fue un gran artista y un gran ser humano. No siempre van juntas las dos cosas. Hay gente muy talentosa, pero más mala que un dolor. Y personas buenísimas de escasa inteligencia y casi ninguna instrucción.
Fernando Rey, el actor fetiche de Buñuel, era un excelente artista y una bellísima persona; y un señor, además.
Buñuel tuvo una vez un magnífico detalle con Fernando Rey.
Me lo contó Fernando una calurosa noche de verano en la terraza del Café Gijón de Madrid.
Trabajaba él en París en una película con Catherine Deneuve y otros artistas franceses de primera línea, quienes cobraban unos honorarios más altos que los suyos, con poca o ninguna justificación. Dirigía la película Luis Buñuel.
“Yo estaba, lógicamente, muy molesto; pero me aguanté hasta el final del rodaje sin protestar", me dijo Fernando.
“Muy pocos días después Buñuel me invitó a comer y cuando ya nos íbamos del restaurante, en el centro de París, me tendió un sobre blanco cerrado y me preguntó apresuradamente y con timidez: ‘¿Puede un director amigo hacerle un pequeño regalo a un actor amigo?’ Yo, un poco desconcertado, le dije que sí. El me dio el sobre y se fue. Cuando lo abrí, vi que había dentro mil dólares en billetes nuevos de cien”.
Tampoco le pareció bien a Buñuel que la producción de la película le pagara a Fernando Rey menos que a los demás actores, siendo igual de bueno que ellos, o mejor. Como compensación, le hizo a su actor favorito esa dádiva de su propio bolsillo.
Luis Buñuel (1900/1983) fue uno de los más eminentes directores de cine contemporáneos. Su obra permaneció fiel a la inspiración surrealista y a una meditación muy crítica sobre la religión católica. Su influencia fue decisiva en la historia del cine. En París, donde trabajó mucho, fue asistente de Jean Epstein. Anteriormente había estudiado literatura y filosofía en Madrid, donde se hizo muy amigo de Salvador Dalí. Vivió una parte de su vida en México, donde filmó muchas de sus mejores películas. Entre las rodadas en España, Francia y México, recordemos “Los olvidados”, “Un perro andaluz”, “Viridiana”, “Nazarín”, “La Vía Láctea”, “Tristana”.
La ministra de cultura de España, Angeles González Sinde, informó que la que fue vivienda de Buñuel, un bronco aragonés que en los últimos años de su vida adquirió la nacionalidad mexicana, se convertirá en un centro multidisciplinario de arte y cultura.
Para más detalles, leer la nota adjunta de Ñ, la revista cultural del diario La Nación de Buenos Aires.
Luis Buñuel fue un gran artista y un gran ser humano. No siempre van juntas las dos cosas. Hay gente muy talentosa, pero más mala que un dolor. Y personas buenísimas de escasa inteligencia y casi ninguna instrucción.
Fernando Rey, el actor fetiche de Buñuel, era un excelente artista y una bellísima persona; y un señor, además.
Buñuel tuvo una vez un magnífico detalle con Fernando Rey.
Me lo contó Fernando una calurosa noche de verano en la terraza del Café Gijón de Madrid.
Trabajaba él en París en una película con Catherine Deneuve y otros artistas franceses de primera línea, quienes cobraban unos honorarios más altos que los suyos, con poca o ninguna justificación. Dirigía la película Luis Buñuel.
“Yo estaba, lógicamente, muy molesto; pero me aguanté hasta el final del rodaje sin protestar", me dijo Fernando.
“Muy pocos días después Buñuel me invitó a comer y cuando ya nos íbamos del restaurante, en el centro de París, me tendió un sobre blanco cerrado y me preguntó apresuradamente y con timidez: ‘¿Puede un director amigo hacerle un pequeño regalo a un actor amigo?’ Yo, un poco desconcertado, le dije que sí. El me dio el sobre y se fue. Cuando lo abrí, vi que había dentro mil dólares en billetes nuevos de cien”.
Tampoco le pareció bien a Buñuel que la producción de la película le pagara a Fernando Rey menos que a los demás actores, siendo igual de bueno que ellos, o mejor. Como compensación, le hizo a su actor favorito esa dádiva de su propio bolsillo.
Luis Buñuel (1900/1983) fue uno de los más eminentes directores de cine contemporáneos. Su obra permaneció fiel a la inspiración surrealista y a una meditación muy crítica sobre la religión católica. Su influencia fue decisiva en la historia del cine. En París, donde trabajó mucho, fue asistente de Jean Epstein. Anteriormente había estudiado literatura y filosofía en Madrid, donde se hizo muy amigo de Salvador Dalí. Vivió una parte de su vida en México, donde filmó muchas de sus mejores películas. Entre las rodadas en España, Francia y México, recordemos “Los olvidados”, “Un perro andaluz”, “Viridiana”, “Nazarín”, “La Vía Láctea”, “Tristana”.
Foto:
Luis Buñuel (izqda.) y Fernando Rey
© José Luis Alvarez Fermosel
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