El absenta, o ajenjo, es una planta aromática que contiene un alcaloide conocido desde tiempo inmemorial por sus propiedades como tónico y antifebril.
La planta se usó para preparar medicinas en la Edad Media y, posteriormente, para elaborar un licor destilado, el absenta, que originariamente fue comercializado por la Casa H. L Pernod en 1792, de ahí que al absenta con agua, que le da a la mezcla un tono lechoso, se le llame pernod.
El experto José Angel Avila explica cómo se preparaba el pernod en la Francia de finales del siglo XIX y principios del XX, donde el mejunje -de una proporción de alcohol de entre 45 y 70 grados- se hizo extraordinariamente popular. En una cucharilla de café, agujereada en forma de encaje, apoyada en los bordes de un vaso con absenta, se colocaba un terrón de azúcar sobre el que iba vertiéndose lentamente un chorro de agua helada que se mezclaba con el licor, de color verde.
El azúcar contrarresta el sabor amargo del licor, que es dinamita. El “hada verde” de “los poetas malditos” -entre los cuales Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Paul Verlaine, François Villón y Charles Baudelaire-, afecta al sistema nervioso y su consumo desmesurado enloqueció y mató a mucha gente.
Por esa razón, la producción, comercialización, distribución e importación de absenta fueron prohibidas primero en Bélgica, en 1905, y después en Suiza, en 1908, Holanda, en 1910, Estados Unidos, en 1912 y, finalmente, en Francia en 1915.
Hay una anécdota, una entre tantas, referente a los efectos deletéreos del absenta, que recoge Alejandro Dumas en su Gran Diccionario de Cocina.
La gran afición de Alfred de Musset al absenta –que tal vez imprimiera un cierto toque de amargura a su poesía-, le llevó a frecuentar muy poco la Academia de Letras de Francia, de la que era miembro.
Apenas asistía y, las pocas veces que lo hacía, se iba enseguida, consciente de que los efectos del mucho absenta que había bebido le impedirían enterarse de lo que se dijera.
Uno de los distinguidos cuarenta académicos le dijo un día a otro:
- Verdaderamente, ¿no cree usted que de Musset se ausenta demasiado?
- Más bien –le respondió su interlocutor- pienso que se …”absenta” demasiado.
El pastis es en el sur de Francia lo que el pernod en el norte, aunque actualmente no contiene la cantidad de ajenjo que lo hizo tan distintivo, tiempo ha.
Pastis quiere decir confuso, o mezclado, en dialecto, en referencia al color lechoso de la bebida.
La gente de la región se pasa las horas muertas bebiendo pastis, mientras mira el juego de “boule” o “petanca”, similar a lo que en Argentina se llama bochas. Hay dos marcas de pastis muy conocidas: Ricard y Berger.
La planta se usó para preparar medicinas en la Edad Media y, posteriormente, para elaborar un licor destilado, el absenta, que originariamente fue comercializado por la Casa H. L Pernod en 1792, de ahí que al absenta con agua, que le da a la mezcla un tono lechoso, se le llame pernod.
El experto José Angel Avila explica cómo se preparaba el pernod en la Francia de finales del siglo XIX y principios del XX, donde el mejunje -de una proporción de alcohol de entre 45 y 70 grados- se hizo extraordinariamente popular. En una cucharilla de café, agujereada en forma de encaje, apoyada en los bordes de un vaso con absenta, se colocaba un terrón de azúcar sobre el que iba vertiéndose lentamente un chorro de agua helada que se mezclaba con el licor, de color verde.
El azúcar contrarresta el sabor amargo del licor, que es dinamita. El “hada verde” de “los poetas malditos” -entre los cuales Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Paul Verlaine, François Villón y Charles Baudelaire-, afecta al sistema nervioso y su consumo desmesurado enloqueció y mató a mucha gente.
Por esa razón, la producción, comercialización, distribución e importación de absenta fueron prohibidas primero en Bélgica, en 1905, y después en Suiza, en 1908, Holanda, en 1910, Estados Unidos, en 1912 y, finalmente, en Francia en 1915.
Hay una anécdota, una entre tantas, referente a los efectos deletéreos del absenta, que recoge Alejandro Dumas en su Gran Diccionario de Cocina.
La gran afición de Alfred de Musset al absenta –que tal vez imprimiera un cierto toque de amargura a su poesía-, le llevó a frecuentar muy poco la Academia de Letras de Francia, de la que era miembro.
Apenas asistía y, las pocas veces que lo hacía, se iba enseguida, consciente de que los efectos del mucho absenta que había bebido le impedirían enterarse de lo que se dijera.
Uno de los distinguidos cuarenta académicos le dijo un día a otro:
- Verdaderamente, ¿no cree usted que de Musset se ausenta demasiado?
- Más bien –le respondió su interlocutor- pienso que se …”absenta” demasiado.
El pastis es en el sur de Francia lo que el pernod en el norte, aunque actualmente no contiene la cantidad de ajenjo que lo hizo tan distintivo, tiempo ha.
Pastis quiere decir confuso, o mezclado, en dialecto, en referencia al color lechoso de la bebida.
La gente de la región se pasa las horas muertas bebiendo pastis, mientras mira el juego de “boule” o “petanca”, similar a lo que en Argentina se llama bochas. Hay dos marcas de pastis muy conocidas: Ricard y Berger.
© José Luis Alvarez Fermosel
No hay comentarios:
Publicar un comentario