jueves, 19 de noviembre de 2009

¡Dale que va...!

Un conocido abogado del foro local dijo el otro día por televisión, con la naturalidad de quien está acostumbrado a decirlo así desde siempre, agreder por agredir.
Comunicadores, políticos, modelos y otros profesionales que aparecen constantemente en los medios informativos audiovisuales, siguen bastardeando el idioma español.
En ciertas oportunidades se peca por omisión, o excesiva simplificación; por ejemplo, cuando se dice arma en general en el relato o el comentario del capítulo del día de la interminable saga de hechos de sangre, producto de la inseguridad.
Arma. No se sabe si es azagaya maorí, espingarda norteafricana, bombarda de sitio, flecha, búmerang australiano o facón argentino. Suele ser pistola, revólver –que no es lo mismo-, escopeta y cuchillo. Pero se dice sólo arma, como si no hubiera más que una, o a todas hubiera que llamarlas así: arma. Pero esto no es nada en comparación con lo que sigue.
Se dice y escribe antologar por hacer una antología, crocantoso por crocante, sanitarista por sanitario, integralidad por integridad, conglomeración por aglomeración, fidelización por fidelidad, o algo que tenga que ver con Fidel Castro; reflectancia por reflejo, nutriólogo por nutricionista, precarizar por escasear, encantación por encantamiento, conección por conexión, desincriminar por despenalizar, culpabilizar por culpar y misionario por misionero.
Merece párrafo aparte la expresión saltabilidad, definiendo la acción de saltar, escuchada en un programa de televisión que divulga la actividad física.
En cuanto a locuciones latinas, casi siempre se dice ipso fasto por “ipso facto”, por motus propio por “de motu proprio” y de fragantis por “in fraganti”.
Algunas traducciones incorrectas del inglés al español en los doblajes de películas:
“Blind alley” (callejón si salida); suele traducirse como calle ciega; “barrel” (cilindro, cañón de revólver), como barril; “sensible” (sensato, con sentido común), como sensible; “miserable” (triste) como miserable, tacaño, y “vicious” (salvaje) como vicioso.
¡El colmo de los colmos!: Albany (capital del estado de Nueva York) se traduce como Albania (estado europeo situado en la costa adriática de la península de los Balcanes).
La cereza en el pastel: “Voy a volver a reiterar otra vez…”


© José Luis Alvarez Fermosel

2 comentarios:

Osvaldovier dijo...

Super interesante...

Caballero Español dijo...

Muchas gracias por escribir y por el elogio.