sábado, 21 de noviembre de 2009

Y por casa... ¿cómo hablamos?

Del libro “Y por casa…¿cómo hablamos? – Siglo XXI”, del profesor argentino Esteban Giménez, hemos tomado algunas precisiones idiomáticas que consideramos de interés para aquellos que quieran expresarse con claridad, certeza y buen gusto; cabe decir: en contra de la tendencia general.
Esta es una edición corregida y aumentada de la primera, aparecida hace doce años. Gram Editora la ha sacado a la luz, prologada por Pedro Barcia, presidente de la Academia Argentina de Letras. Se une así a otras obras del autor, que trabaja sobre realidades lingüísticas; es decir, que como apunta Pedro Barcia, las cuestiones que aborda y en las que orienta y opina están tomadas del habla cotidiana argentina y no son producto de elecubraciones idiomáticas, ideadas o amañadas, como aquel burro que se inventaba una piedra para tropezar con ella y justificar así la situación”.
El profesor Giménez, cuyos libros recomienda la agencia española de noticias EFE, trabaja actualmente como asesor idiomático y corrector de textos y estilo en el Canal 7 de la televisión argentina. Además, dicta cursos y conferencias para docentes de todos los niveles y para estudiantes de periodismo de toda la Argentina.
He aquí el modo correcto de decir y escribir varias expresiones de uso común.
Se dice días hábiles de la semana, no días hábiles; sí aparte de, además, independientemente de y no más allá de; lleno impresionante, impactante, enorme y no lleno total; no en tal caso, sí en ese caso; no durante el transcurso, sí en el transcurso.
Tampoco está bien decir no podemos dejar de pasar por alto. La expresión correcta es: no podemos pasar por alto. Lo mismo pasa, por ejemplo, con hace seis meses atrás. Debe decirse hace seis meses, o seis meses atrás. No importa el tiempo que haga, puede ser seis meses, un año o tres días. No se dice en tal caso, sino en ese caso, ni la casi totalidad, sino casi la totalidad, ni abigarrado por compacto, abarrotado. En realidad, abigarrado quiere decir de varios colores mal combinados, lo heterogéneo reunido sin sentido.
No hay ascendientes, sino antepasados; ni contricción, sino contrición. El día después es el día siguiente y el erario público es el tesoro público o el erario, a secas.
No es correcto ambos dos, sino ambos a dos; ni anteúltimo, sino penúltimo. Tampoco los minutos son cortos ni largos –todos duran lo mismo-, sino pocos, o muchos, según el caso. No se apreta: se aprieta. Y no hay comicio, sino comicios.
Mortandad es la multitud de muertes causadas por epidemia, cataclismo, peste o guerra. Mortalidad es, además de condición de mortal, el número proporcional de defunciones en población o tiempo determinado. La natalidad infantil no existe y sí la natalidad, sin más: el hecho de que nazcan los niños.
No tenemos meñiscos en nuestro cuerpo, sino meniscos, del mismo modo que no hay utensillos, sino utensilios. Juntamente con, sí; pero no conjuntamente con.
Y basta por hoy.

© José Luis Alvarez Fermosel

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