“Llegará el día en que la Marina Real tenga más almirantes y funcionarios que barcos”, sentenció el escritor inglés Cyril Northcote Parkinson (foto). No se equivocó.
Parkinson (1909-1993) fue un exitoso cultor del género histórico. Además, combatió con denuedo ese azote de la humanidad que es la burocracia.
Fue autor de sesenta libros de historia y de ficción histórica, muchos de los últimos ambientados en la era napoleónica.
También escribió relatos sobre el mar y los marinos, como “The life and time of Horatio Hornblower” (La vida y la época de Horacio Hornblower): un personaje de ficción creado por el también británico Cecil Scott Forrester en 1937 y protagonista de once novelas que narran sus vivencias como oficial de la Armada inglesa durante las guerras napoleónicas, desde finales del siglo XVIII a principios del XIX.
El actor estadounidense Gregory Peck personificó en 1951 a Hornblower en “El hidalgo de los mares”, una película basada en la novela “Happy return” (Feliz regreso) de Forrester. En 2007 se la pasó a formato para DVD.
Volviendo a Parkinson, es destacable su libro “Parkinson law and other studies” (La ley de Parkinson y otros estudios): una colección de ensayos breves en los que se anticipa la terrorífica expansión de la burocracia.
Los libros de Parkinson fueron traducidos a 14 idiomas y se vendieron como pan caliente.
Transcribimos algunos de sus conceptos:
* El ideal de todo burócrata es alargar la lista de sus subordinados y acortar la de sus rivales.
* Los funcionarios se inventan trabajo carentes de todo interés y finalidad y se los intercambian con entusiasmo.
* Todo gasto aumenta, con fundamento o sin él, hasta cubrir e incluso superar la cantidad de dinero destinada a sufragarlo.
* La demora es la forma más mefítica de la negativa: “Te llamo un día de éstos; te invito a comer cualquier día de la semana que viene; le doy forma al proyecto y te lo hago llegar enseguida…”. Todo suele quedar en la nada.
* La eficacia de una llamada telefónica está en proporción inversa al tiempo que insume. Por ejemplo, media hora larga para no decir más que naderías.
Parkinson reveló que en la década del 30 la cantidad de barcos existentes en la Armada Real Inglesa disminuyó un 67 por ciento con respecto a la década anterior, mientras que los funcionarios del Almirantazgo aumentaron un 78 por ciento y el personal administrativo y de los muelles un 40 por ciento.
Una coincidencia curiosa, a no ser que los libros de Parkinson circulen por la farándula argentina. Hay una expresión muy usada en ese medio, “touch and go” (toco y me voy), que define con cierta sorna una relación amorosa, o sexual, de corta duración.
Pues bien, “Touch and go” es el título de una obra de Cyril Northcote Parkinson publicada en 1977.
Parkinson (1909-1993) fue un exitoso cultor del género histórico. Además, combatió con denuedo ese azote de la humanidad que es la burocracia.
Fue autor de sesenta libros de historia y de ficción histórica, muchos de los últimos ambientados en la era napoleónica.
También escribió relatos sobre el mar y los marinos, como “The life and time of Horatio Hornblower” (La vida y la época de Horacio Hornblower): un personaje de ficción creado por el también británico Cecil Scott Forrester en 1937 y protagonista de once novelas que narran sus vivencias como oficial de la Armada inglesa durante las guerras napoleónicas, desde finales del siglo XVIII a principios del XIX.
El actor estadounidense Gregory Peck personificó en 1951 a Hornblower en “El hidalgo de los mares”, una película basada en la novela “Happy return” (Feliz regreso) de Forrester. En 2007 se la pasó a formato para DVD.
Volviendo a Parkinson, es destacable su libro “Parkinson law and other studies” (La ley de Parkinson y otros estudios): una colección de ensayos breves en los que se anticipa la terrorífica expansión de la burocracia.
Los libros de Parkinson fueron traducidos a 14 idiomas y se vendieron como pan caliente.
Transcribimos algunos de sus conceptos:
* El ideal de todo burócrata es alargar la lista de sus subordinados y acortar la de sus rivales.
* Los funcionarios se inventan trabajo carentes de todo interés y finalidad y se los intercambian con entusiasmo.
* Todo gasto aumenta, con fundamento o sin él, hasta cubrir e incluso superar la cantidad de dinero destinada a sufragarlo.
* La demora es la forma más mefítica de la negativa: “Te llamo un día de éstos; te invito a comer cualquier día de la semana que viene; le doy forma al proyecto y te lo hago llegar enseguida…”. Todo suele quedar en la nada.
* La eficacia de una llamada telefónica está en proporción inversa al tiempo que insume. Por ejemplo, media hora larga para no decir más que naderías.
Parkinson reveló que en la década del 30 la cantidad de barcos existentes en la Armada Real Inglesa disminuyó un 67 por ciento con respecto a la década anterior, mientras que los funcionarios del Almirantazgo aumentaron un 78 por ciento y el personal administrativo y de los muelles un 40 por ciento.
Una coincidencia curiosa, a no ser que los libros de Parkinson circulen por la farándula argentina. Hay una expresión muy usada en ese medio, “touch and go” (toco y me voy), que define con cierta sorna una relación amorosa, o sexual, de corta duración.
Pues bien, “Touch and go” es el título de una obra de Cyril Northcote Parkinson publicada en 1977.
© José Luis Alvarez Fermosel
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