No sólo de pan vive el hombre.
Es evidente que no se puede, como tampoco se puede fungir de pensador con un solo pensamiento, aunque haya muchos que lo hagan. Hay que comer de todo. Woody Allen retocó este proverbio al dicer: “No sólo de pan vive el hombre. De vez en cuando también necesita un trago”.
Quien se pica ajos come.
El que se da por aludido sin serlo es porque tiene motivos para ello. En esgrima se dice “Qui s’y frotte s’y pique”: el que se acerca se pincha.
Muera Marta, muera harta.
Se censura a quienes no reparan en inconvenientes con tal de darse un gusto, o varios, que al final rebotan contra ellos. Es decir, y he aquí otro refrán: Las cañas se vuelven lanzas.
A perro flaco todas son pulgas.
Al pobre, mísero y abatido, suelen afligirle todas las adversidades.
Al que no quiera caldo dos tazas.
Se menciona este refrán cuando a uno le toca en suerte algo que no le gusta y tiene que cargar con las consecuencias por convencionalismos sociales, o por lo que sea.
Si crees que es tonto métele un dedo en la boca y verás como te muerde.
Cuando alguien cree que una persona es tonta, y lo dice, casi siempre salta otra con este refrán.
En el juego y en la mesa el hablar pesa.
En ambas ocasiones el hablar distrae y desvía la atención, a menudo con menoscabo del bolsillo y del estómago: dos partes importantes del ser humano, una externa y otra interna. Hay otro refrán, que es más bonito: En la mesa y en el juego se conoce al caballero.
Los duelos con pan son menos.
Recuerda este refrán que las penas se curan mejor en la abundancia.
A buen hambre no hay pan duro.
Cuando la necesidad aprieta el hombre se crece en su valor.
Agua pasada no mueve molino.
Las cosas que no pueden beneficiarnos ni perjudicarnos es mejor olvidarlas. Los argentinos dicen, lo pasado, pisado; y los ingleses, “let bygones be bygones”.
Cuando te dieren el anillo pon el dedillo.
Este refrán se relaciona con los regalos. Aconseja andarse ligero para obtenerlos y no dejar pasar la ocasión.
Dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma opinión.
Los intereses de la pareja vienen a ser los mismos, ya que suelen tener idénticas conveniencias, o muy parecidas, al menos.
A la fuerza ahorcan.
Se refleja la mala disposición y la queja del que se ve obligado a hacer algo contra su voluntad.
Barriga llena a Dios alaba.
Subrayáse que las personas que pueden comer todos los días tienen motivos más que fundados para dar gracias a Dios.
Más vale olla que bombolla.
Otro refrán que tiene que ver con la comida, tema recurrente de los españoles, muy dados a las cosas del comercio…y el “bebercio”. La bambolla era en tiempos remotos una suerte de globo formado por una tripa de cerdo inflada al máximo con la que jugaban los niños. La olla, aunque fuera la del Quijote, “(…) de algo más vaca que carnero…”, siempre será preferible a una burbuja.
A los borricos alfalfa.
No hay que prestar atención a los necios y a los que se empecinan en sus errores. Este refrán se complementa con otros dos: Garrotazo y tente tieso y La letra con sangre entra. ¡Muy fuerte!, como dirían los chicos. Ambos dieron resultado en épocas pretéritas. Claro que cuando se habla de bastón, o garrotazo, o sangre, se hace en sentido figurado. El significado real de estos refranes es que a veces no hay más remedio que proceder con cierta severidad.
Es evidente que no se puede, como tampoco se puede fungir de pensador con un solo pensamiento, aunque haya muchos que lo hagan. Hay que comer de todo. Woody Allen retocó este proverbio al dicer: “No sólo de pan vive el hombre. De vez en cuando también necesita un trago”.
Quien se pica ajos come.
El que se da por aludido sin serlo es porque tiene motivos para ello. En esgrima se dice “Qui s’y frotte s’y pique”: el que se acerca se pincha.
Muera Marta, muera harta.
Se censura a quienes no reparan en inconvenientes con tal de darse un gusto, o varios, que al final rebotan contra ellos. Es decir, y he aquí otro refrán: Las cañas se vuelven lanzas.
A perro flaco todas son pulgas.
Al pobre, mísero y abatido, suelen afligirle todas las adversidades.
Al que no quiera caldo dos tazas.
Se menciona este refrán cuando a uno le toca en suerte algo que no le gusta y tiene que cargar con las consecuencias por convencionalismos sociales, o por lo que sea.
Si crees que es tonto métele un dedo en la boca y verás como te muerde.
Cuando alguien cree que una persona es tonta, y lo dice, casi siempre salta otra con este refrán.
En el juego y en la mesa el hablar pesa.
En ambas ocasiones el hablar distrae y desvía la atención, a menudo con menoscabo del bolsillo y del estómago: dos partes importantes del ser humano, una externa y otra interna. Hay otro refrán, que es más bonito: En la mesa y en el juego se conoce al caballero.
Los duelos con pan son menos.
Recuerda este refrán que las penas se curan mejor en la abundancia.
A buen hambre no hay pan duro.
Cuando la necesidad aprieta el hombre se crece en su valor.
Agua pasada no mueve molino.
Las cosas que no pueden beneficiarnos ni perjudicarnos es mejor olvidarlas. Los argentinos dicen, lo pasado, pisado; y los ingleses, “let bygones be bygones”.
Cuando te dieren el anillo pon el dedillo.
Este refrán se relaciona con los regalos. Aconseja andarse ligero para obtenerlos y no dejar pasar la ocasión.
Dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma opinión.
Los intereses de la pareja vienen a ser los mismos, ya que suelen tener idénticas conveniencias, o muy parecidas, al menos.
A la fuerza ahorcan.
Se refleja la mala disposición y la queja del que se ve obligado a hacer algo contra su voluntad.
Barriga llena a Dios alaba.
Subrayáse que las personas que pueden comer todos los días tienen motivos más que fundados para dar gracias a Dios.
Más vale olla que bombolla.
Otro refrán que tiene que ver con la comida, tema recurrente de los españoles, muy dados a las cosas del comercio…y el “bebercio”. La bambolla era en tiempos remotos una suerte de globo formado por una tripa de cerdo inflada al máximo con la que jugaban los niños. La olla, aunque fuera la del Quijote, “(…) de algo más vaca que carnero…”, siempre será preferible a una burbuja.
A los borricos alfalfa.
No hay que prestar atención a los necios y a los que se empecinan en sus errores. Este refrán se complementa con otros dos: Garrotazo y tente tieso y La letra con sangre entra. ¡Muy fuerte!, como dirían los chicos. Ambos dieron resultado en épocas pretéritas. Claro que cuando se habla de bastón, o garrotazo, o sangre, se hace en sentido figurado. El significado real de estos refranes es que a veces no hay más remedio que proceder con cierta severidad.
© José Luis Alvarez Fermosel
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