Fijados a las paredes de la mayoría de las tabernas y establecimientos similares de España hay azulejos de Talavera de la Reina (1) y letreros con dichos, citas, refranes y otras expresiones castizas, algunas muy graciosas, casi todas referentes al vino y sus bondades.
Otras tocan temas relacionados con gente de toda laya y sus ocurrencias, dan consejos y transcriben epigramas y afirmaciones rotundas, unas con firma, la mayoría sin ella.
“¡Qué yo no soy un destripaterrones!”, reza una de ellas, pintada a mano en la pared de una taberna de la calle de Embajadores. (Se le llama destripaterrones, un poco peyorativamente, pero sin demasiada mala leche, al hombre que trabaja la tierra.) Otra se refiere a una mujer que alguna vez ofició de buena samaritana gastronómica: “¡Viva Carmen, que me ha ‘pagao’ el desayuno!”
En otro de esos locales, para que no hubiera duda, alguien escribió: “Aquí abrimos todos los días, como las funerarias”.
En el bar andaluz Quitapenas -¡qué buen nombre para un bar!-, que está muy cerca de la Puerta del Sol, en pleno centro de Madrid, hay un cartel que dice: “Si quieres ser moderno y elegante, vente a Quitapenas todos los días a partir de las diez en adelante”.
“Si bebes para olvidar, paga antes de empezar”. “Ley del bar: Angel de la guarda/que guardas a los pecadores,/aparta de esta casa/a los malos pagadores”.
“Gástate en juerga y vino lo que has de dar a los sobrinos”. “De la mujer y el vino, no te burles, compañero”.
Las anteriores son frases de pared, y las que siguen también:
“Las penas con vino son menos penas; y si son con amigos, ya ni te digo”. “Para ser carpintero de fama, hace falta ser buen bebedor: con la fuerza del vino y las copas, la herramienta trabaja mejor”. “El vino, tinto y a menudo”. “Dame, Dios, un marido rico, aunque sea un borrico”. “La buena vida es cara; la hay más barata, pero no es vida”.
Recordemos el epitafio grabado en la tumba de Asurbanipal o Sardanápalo (2): “Edamus, bibamus, gaudemus: post mortem nulla voluptas”, que traducido del latín al español quiere decir: “Comamos, bebamos y seamos felices, porque tras la muerte no hay placer”.
(1) Ciudad de la provincia española de Toledo famosa por su alfarería y su cerámica
(2) Rey de Asiria en el siglo VII antes de Cristo.
Otras tocan temas relacionados con gente de toda laya y sus ocurrencias, dan consejos y transcriben epigramas y afirmaciones rotundas, unas con firma, la mayoría sin ella.
“¡Qué yo no soy un destripaterrones!”, reza una de ellas, pintada a mano en la pared de una taberna de la calle de Embajadores. (Se le llama destripaterrones, un poco peyorativamente, pero sin demasiada mala leche, al hombre que trabaja la tierra.) Otra se refiere a una mujer que alguna vez ofició de buena samaritana gastronómica: “¡Viva Carmen, que me ha ‘pagao’ el desayuno!”
En otro de esos locales, para que no hubiera duda, alguien escribió: “Aquí abrimos todos los días, como las funerarias”.
En el bar andaluz Quitapenas -¡qué buen nombre para un bar!-, que está muy cerca de la Puerta del Sol, en pleno centro de Madrid, hay un cartel que dice: “Si quieres ser moderno y elegante, vente a Quitapenas todos los días a partir de las diez en adelante”.
“Si bebes para olvidar, paga antes de empezar”. “Ley del bar: Angel de la guarda/que guardas a los pecadores,/aparta de esta casa/a los malos pagadores”.
“Gástate en juerga y vino lo que has de dar a los sobrinos”. “De la mujer y el vino, no te burles, compañero”.
Las anteriores son frases de pared, y las que siguen también:
“Las penas con vino son menos penas; y si son con amigos, ya ni te digo”. “Para ser carpintero de fama, hace falta ser buen bebedor: con la fuerza del vino y las copas, la herramienta trabaja mejor”. “El vino, tinto y a menudo”. “Dame, Dios, un marido rico, aunque sea un borrico”. “La buena vida es cara; la hay más barata, pero no es vida”.
Recordemos el epitafio grabado en la tumba de Asurbanipal o Sardanápalo (2): “Edamus, bibamus, gaudemus: post mortem nulla voluptas”, que traducido del latín al español quiere decir: “Comamos, bebamos y seamos felices, porque tras la muerte no hay placer”.
(1) Ciudad de la provincia española de Toledo famosa por su alfarería y su cerámica
(2) Rey de Asiria en el siglo VII antes de Cristo.
© José Luis Alvarez Fermosel
Notas relacionadas:
“Más refranes”
(http://elcaballeroespanol.blogspot.com/2009/05/mas-refranes.html)
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