El pajarito se ha posado oportunamente en el dedo medio de esa mano que, por la endeblez del brazo del que forma parte, se adivina que es de una persona muy joven, perteneciente a cualquiera de los sexos que hay ahora menos al masculino, que antes se llamaba también sexo fuerte.
La oportunidad del pajarito reside en el hecho de que se posó en el dedo segundos antes de que éste se irguiera en toda su longitud, en el conocido gesto que se hace al decir “fuck you!”.
Si el dedo no iba a levantarse para proferir esa palabrota en inglés –tan común-, pues muy bien, el dedo sirve de soporte, que se adivina provisional, al pajarito, que sabe Dios de dónde ha venido.
El pajarito tiene un espléndido buche, lo que daría a entender que es un gorrión, ave que siendo callejera como es, se las arregla para alimentarse bien. De ahí que tenga un notorio “embonpoint”.
El pájaro es verde, pero no es una cotorra. Tampoco es un jilguero, o un canario. ¿O sí? La ignorancia de uno en materia de ornitología es profunda.
Este pájaro verde –o a lo mejor el color es un efecto de luz- está ahí, en el dedo, tan ricamente. Buena foto, que constituye una estampa fugaz, pues el pájaro no se va a pasar la vida en el dedo, que recobrará su libertad de movimientos más tarde o más temprano: cuando el pajarito vuelva a su jaula, o a donde le parezca.
Mi maestro de esgrima, Afrodisio Aparicio, me decía en las primeras clases de espada francesa que al puño del arma hay que apretarlo como a un pájaro. Si se lo oprime demasiado se lo estrangula, si se lo deja demasiado suelto se escapa.
Este pájaro está en la mano por propia voluntad, pero se irá en seguida. Como una ilusión.
© José Luis Alvarez Fermosel
La oportunidad del pajarito reside en el hecho de que se posó en el dedo segundos antes de que éste se irguiera en toda su longitud, en el conocido gesto que se hace al decir “fuck you!”.
Si el dedo no iba a levantarse para proferir esa palabrota en inglés –tan común-, pues muy bien, el dedo sirve de soporte, que se adivina provisional, al pajarito, que sabe Dios de dónde ha venido.
El pajarito tiene un espléndido buche, lo que daría a entender que es un gorrión, ave que siendo callejera como es, se las arregla para alimentarse bien. De ahí que tenga un notorio “embonpoint”.
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¡Absuelta!
http://elcaballeroespanol.blogspot.com/2009/09/absuelta.html
Voces antiguas en un museo taciturno.
http://elcaballeroespanol.blogspot.com/2009/05/voces-antiguas-en-un-museo-taciturno.html
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2 comentarios:
Que bueno sería tener la libertad de ese pájaro...Poder decidir cuando parar o cuando seguir volando...
A veces siento la mano apretando hasta estrangular...hasta no sentir más aire y me pierdo en un universo que no es el mío y comienzo a desconocer a las personas...
Que importante es poder ser libre...no?
Alma Serena: Efectivamente, tener libertad, ser libre es magnífico. Pero no te pierdas ni en tu universo ni en ningún otro. La vida empieza siempre. Gracias por escribir y cariños.
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