jueves, 14 de octubre de 2010

Las carabelas

De las tres carabelas de Colón, la Santa María no era una carabela como La Niña y La Pinta, sino una nao; tenía un peso muerto de 225 toneladas. Su tripulación estaba formada por 30 marineros y dos grumetes.
Se perdió para siempre al embarrancar frente a las costas de lo que hoy es Jamaica, timoneada por un grumete, al estar toda la tripulación durmiendo una fenomenal borrachera, después de una fiesta celebrada junto con los indios que habitaban la isla.
La tripulación no pudo pasar a la Niña, que acompañaba a la Santa María, en esa expedición, porque no tenía capacidad suficiente para dos tripulaciones, por lo que los marineros de la Santa María y la nave se quedaron en tierra por orden de Colón, estableciéndose el fuerte Navidad, el primer asentamiento español en tierras americanas.
Como cada año por estas fechas se celebra en la ciudad de Baiona, que pertenece a Pontevedra (una de las cuatro provincias gallegas), una fiesta en conmemoración de la llegada de la carabela Pinta con la noticia de que Cristóbal Colón había descubierto un nuevo mundo en nombre de la Corona de España.
Baiona fue el primer pueblo del viejo mundo que se enteró, en 1493, del descubrimiento de América.
Por eso se recrea con una fiesta la llegada al puerto de Baiona de la carabela Pinta, de la que se hizo una reproducción muy fiel en 1996.
Julamo recuerda en su blog
Amicorum Nautorum que en el puerto de Barcelona hubo durante muchos años una réplica exacta de la carabela Santa María, que fue retirada de su lugar después de la muerte de Franco.
Dice Julamo textualmente:
“Los neohistoriadores fundamentalistas intentaron quemarla porque debían considerar el barco como una exaltación del franquismo ¡?! Naturalmente, al gilipollas responsable de turno, convencido de que Colón era requeté (1), le faltó tiempo para hacerla desaparecer porque la creía un maléfico artilugio provocador de peligrosísimas iras incontrolables que pudieran ser la causa de una conflagración de todo el sistema galáctico. Por la sabia decisión nos quedamos millares de catalanes, principalmente barceloneses, sin ocio para algún festivo en que visitábamos con la familia la carabela Santa María y tomábamos una caña (2) en el quiosco del muelle ‘las golondrinas’ ”.

(1) Descendientes de los carlistas, o combatientes de las guerras de sucesión al trono español. El lema de los requetés era “Dios, Fueros, Patria y Rey”. 30.000 de ellos lucharon con excepcional denuedo en la Guerra Civil española (1936–1939) en el lado nacionalista, o franquista. Se tocaban con una boina roja. Casi todos procedían de ciudades, pueblos y montañas de la región norteña española de Navarra. Las mujeres, llamadas “margaritas”, cuidaban de los heridos y desempeñaban toda clase de tareas.
(2) Vaso de cerveza tirada a presión.


© José Luis Alvarez Fermosel

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