martes, 7 de julio de 2009

¡A buenas horas, mangas verdes!

Cuando alguien llega tarde a resolver un problema, a encontrarse con alguien con quien tenía que encontrarse, o prestarle auxilio a una persona en peligro, suele decirse: “¡A buenas horas (vienes), mangas verdes!”, con referencia a un cuerpo de policía rural creado en España por los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y Fernando V de Aragón) en el siglo XV, llamado la Santa Hermandad, que perseguía a todo tipo de delincuentes, sobre todo a herejes, pues estaba muy ligado a la Inquisición. Sus miembros vestían casacas verdes, con las mangas del mismo color, naturalmente. No se distinguían precisamente por su puntualidad.
También se atribuye esa pachorra a la Guardia Urbana formada en el siglo XIX por el Conde de Romanones (1). Por extensión, se llamaban “Romanones” a sus integrantes, que vestían guerrera y pantalón azul marino, con bocamangas verdes.
El dicho, ¿tendrá que ver con los antiguos policías ingleses, que también llevaban casacas verdes y llegaban siempre tarde a todas partes?
Parece más probable que la frase proceda de la tardanza de los guardias forestales españoles del siglo XIX en llegar a sofocar los incendios de los pueblos, cuyos habitantes tenían que apagar el fuego con sus propios medios.
La impuntualidad es cosa de todos los tiempos.

(1) Alvaro de Figueroa y Torres (1863-1950). Abogado y periodista español. Presidente del Senado, 17 veces ministro y 3 veces presidente del Consejo de Ministros con el rey Alfonso XIII.

© José Luis Alvarez Fermosel


No hay comentarios: